El Guggenheim ha sido la llave utilizada por las instituciones para modernizar Vizcaya. Y no duden que influirá en sus gentes como toda gran catedral hizo siempre, el proyecto no trata solamente de un componente arquitectónico, todo él contiene fundamentalmente una filosofía que influirá en el entorno social, en el cual ya se nota su iteración. Podemos interpretar que su realización fue posible porque las formas utilizadas, los sistemas, las pretensiones, quedaron totalmente alejados de las ideas nacionalistas.
A partir de entonces Bilbao despegó con nuevas construcciones y proyectos situándose en otro nivel. El éxito ha sido innegable, llevó a Bilbao, Vizcaya y País Vasco al escaparate del mundo moderno y ello fue posible al romper el anclaje con ideas que privilegian el localismo nacionalista, buscando fuera de sus fronteras otras realidades, otra calidad que no se encontraba en el País Vasco, -Basque Country, así se definen ellos en su publicidad internacional-.
El arquitecto será Frank Ghery, canadiense simbólico internacionalista globalizador afincado en Los Ángeles, California, uno de los paradigmas de la modernidad, de la fusión de razas y culturas antípodas de conceptos tribales de pureza. El programa de diseño aeroespacial CATIA, de Dassault Systemes, será un elemento de vital importancia para construir el Guggenheim al permitir su diseño y cálculos necesarios partiendo de los dibujos y maquetas de Ghery que contienen variedad de volúmenes interconectados.
El proyecto no buscó en el territorio de la tribu las ideas o los materiales que utilizarán en la construcción, encontraron en el mundo lo que consideraban necesario para avanzar mirando más allá del terruño, anclaje de los ideales nacionalistas. Así la piedra caliza de los revestimientos de suelos y fachadas proceden de Huescar, Granada; el famoso recubrimiento exterior que le otorga personalidad mundial muestra el proceso de globalización, realizado tras la protección de aislantes antihumedad y térmicos, el recubrimiento con miles de placas de titanio laminadas, utiliza el Rutilio, un mineral procedente de Australia , se funde en Francia antes de su laminación
en Pittsburgh, y recibe un tratamiento especial en el Reino Unido antes de su colocación