Hoy sabemos, finalmente, que todos los electores podrán emitir su voto a su opción deseada. Todos los partidos y las coaliciones podrán competir para estar en las instituciones el próximo día 22.
Eso ha ocurrido gracias a que el Tribunal Constitucional ha anulado la sentencia del Supremo, que había prohibido la presentación de Bildu.
Ya han salido las primeras voces peperas echando la culpa al gobierno, a los jueces, a quien se le ponga por medio. Y su teoría, así lo ha dicho Rita Barberá, en su primer mitin de campaña, es que ETA estará en las instituciones. Tremenda afirmación porque pone en solfa a la policía –que no hace sino desarticular comandos etarras—, a los jueces, al gobierno y al propio Estado. Les da igual, ellos son así. Sólo saben ganar y esto para ellos es una derrota. Porque no creen en la igualdad de todos frente a la ley.
Bildu no es ETA, de ninguna manera. Primero, porque hay dos partidos en la coalición con una tradición democ
Hoy el Constitucional ha permitido una igualdad que ayer negaba el Supremo, porque en aras de una defensa de la libertad de asociación, de la participación política y de la igualdad de derechos ha entendido que Bildu no es fruto de una estrategia etarra sino que surgió de Eusko Alkartasuna y sólo fue posible porque la izquierda abertzale heredera de Batasuna, rechazó con firmeza la violencia terrorista, incluida la de ETA.
No sólo se ha dado un paso definitivo para que todos los partidos y coaliciones puedan concurrir a las próximas elecciones, sino que también se ha contribuido a que impere la justicia sobre la venganza, y a que la paz definitiva y el final de ETA estén más cerca.
Salud y República