Se pueden tener 15, 30, 40 o 60 años. En realidad, independiente a la edad y la generación a la que se pertenezca, en algún momento todos utilizaron algún producto o software de Microsoft: un texto escrito en Word, la planilla de cálculo en Excel y el chat del MSN.
Para tener una idea, el gigante de la tecnología e informática cuenta con la mayor cantidad de computadores repartidos por el mundo. Por cada 10 personas, por lo menos 7 utilizan el sistema operativo creado por la empresa, lo que refuerza el eslogan de la compañía: “un computador en cada mesa y en cada lugar”. Esto, sin tomar en cuenta servicios online, venta de licencias, producción de electrónicos, entre otros.
Si el alcance de Microsoft tiene una proporción difícil de dimensionar, todo esto fue posible por el visionario Bill Gates. A los 16 años ya tenía un negocio y demostraba una característica que lo acompaña hasta hoy: ser un emprendedor nato. Porque Microsoft nació cuando él todavía estaba estudiando en Harvard y decidió seguir su vocación para los negocios al abrir la empresa con Paul Allen, un amigo de la infancia.
El crecimiento de Microsoft fue tan rápido como implacable. En la segunda mitad de 1980, la empresa se convirtió en el niño mimado de Wall Street. No sólo desarrolló lenguajes de programación, sino que pasó a ser una compañía diversificada, producía de todo, desde sistemas operacionales como Windows hasta aplicaciones como Word y Excel, así como herramientas de programación. Todo este éxito permitió que Gates fuera clasificado regularmente como la persona más rica del mundo, posición ocupada por él de 1995 a 2007, y en 2009.
Para Erick Vils, fundador da WebSoftware, empresa de tecnología de la información de Río de Janeiro, el legado de Bill Gates para el mundo tecnológico es muy importante. “¿Se puede imaginar las alternativas a largo plazo que tendrían las personas y empresas en caso de no haber Windows y millones de softwares compatibles? Microsoft se preocupó siempre del legado y la compatibilidad entre las versiones de sus sistemas. Para nosotros, los fabricantes de software, habría sido una pesadilla tener que adaptar todos los sistemas a cada cambio de sistema operativo o lanzamiento de hardware fabricado por un asiático”, dice Vils.
Aprovechando las oportunidades
Una de las característica que hacen de Bill Gates exitoso es que aprovecha las oportunidades que aparecen. Para Vidal Olavo Plessmann, coordinador del curso de MBA en Desarrollo de Aplicaciones de Fiap, esta es una de las principales virtudes del CEO de Microsoft. “Gates fue visionario y buscó asociarse con IBM para crear el PC en los años 80”, recuerda.
En esa época, IBM, que era líder del mercado de los ordenadores de alto rendimiento, decidió ingresar al mercado de los computadores sin poseer el sistema operativo. Para eso, firmó un contrato con Microsoft que, en realidad, no poseía el software. Entonces, el todavía joven Bill Gates compró por alrededor de US$ 50 mil un sistema desarrollado por una pequeña empresa. Personalizó y mejoró el programa, transformándolo en MS-DOS. Licenció este producto y lo vendió por US$ 8 millones.
Pero el talento de Gates no consistía sólo en dominar y conocer el mercado del software o en su capacidad de ver las oportunidades. La preocupación por las demás áreas ayudó a Gates a alcanzar todo lo que ha conquistado. “Grandes áreas como logística, distribución, márketing y comercial, a menudo tienen más peso que el área de desarrollo. Microsoft ha sabido hacer esto muy bien durante años”, explica Vils.
Hasta los que no les gusta utilizar Microsoft reconocen su legado. Ese es el caso de André Tenenbaum, director de la agencia de soluciones digitales ZONAInternet. “Puedo decir que nunca fui simpatizante de Bill Gates, al igual que los usuarios que no pueden ver las ventajas de una plataforma más amigable que Amiga y Mac. Pero lo admiro por ser un ejecutivo con visión que supo explorar comercialmente su idea y transformar su negocio y los computadores personales en algo para todos”, destaca Tenenbaum.
Las cinco enseñanzas de Gates
Gates, así como Microsoft, se transformó en un ícono muy odiado por algunos y amado por otros. Sin embargo, al frente de Microsoft dejó un legado que traspasa la barrera tecnológica y logra un modelo singular de administración de una empresa. A continuación lo que se puede aprender de él para gestionar un negocio.
1. Dominar el lenguaje: Gates habla el lenguaje de los programadores y es uno de sus triunfos como líder. Conversar con colegas técnicos proporciona un canal abierto de comunicación que permite inspirar a los empleados de Microsoft a volar cada vez más alto.
2. Estar en el lugar y hora correcta: una de las críticas hacia Microsoft es que no es una gran innovadora, sino que se ocupa principalmente de robar ideas de otros. Pese a ello, lo que la compañía hace es reconocer el potencial de las ideas y comercializarlas. Gates siempre estaba enterado de todo lo que pasaba a su alrededor, de forma de aprovechar una oportunidad, potenciarla y avanzar en el negocio.
3. Contratar gente muy inteligente: “Personas con alto QI” es una expresión que Microsoft utilizaba para designar a los más brillantes. Desde el inicio, Gates siempre buscó las mejores mentes. Él sabía que tener un equipo vencedor sería fundamental para lograr el éxito, y él buscaba a ese equipo.
4. Mantener la sensación de una compañía pequeña: en el inicio de Microsoft, Gates llegó a la conclusión de que el mejor software era creado por pequeños grupos de desarrolladores. Su idea siempre fue valorizar cada equipo para que produjeran más. “Aunque somos una empresa grande, no podemos pensar así o estaremos muertos”, decía Gates.
5. Ser apasionado por lo que se hace: la pasión por Microsoft, así como por cada servicio y producto creado, estuvieron presentes durante la trayectoria de Bill Gates al frente de la compañía. Ese fue uno de los grandes combustibles para que la empresa consiguiera mantenese tanto tiempo como las líderes en tecnología.
Fuente: AmericaEconomia.com