Sin embargo, gracias a “An Innocent Man”, disco arrollador que Joel editó en 1983, demostró que no estaba equivocado y con ejemplos en forma de canción como “Tell her about it” o “Uptown girl” llegó al público de forma notable. A finales de los 80 Billy Joel, sin dejar de lado ese toque de rock clásico, afrontó un disco mucho más maduro y ratos comprometido.
A “Storm Front” no se le recordará históricamente tanto en formato de lp como a “An Innocent Man” o a “Piano Man” de los años 70 del mismo Joel, pero su existencia está marcada a fuego por una canción que incluye esa misma palabra en su título: “We didn’t start the fire”. Sin embargo, como digo en muchas ocasiones y, a la par, motivo de existencia de este blog, “Storm Front” es mucho más que el disco que incluye “We didn’t start the fire”. Pasemos a escudriñar su interior y ya comprobarán como hay más de una canción añadida que les llamará la atención y le gustará de forma sincera y no forzada.
ANÁLISIS DEL DISCO. 1. “That’s not her style”: La apertura de “Storm Front” es contundente. “That’s not her style”, con sus elementos de vientos diversos (trompetas, armónicas), muestra un ejercicio de rock clásico. Joel se ajusta a las exigencias instrumentales con una rotunda interpretación vocal. Estamos ante una canción bastante fastuosa que supone un comienzo de obra de bombo y platillo (por algo más que por sus bases rítmicas marcadas). Directa y de fácil llegada para cualquiera.
2. “We didn’t start the fire”: Nadie puede refutar que “We didn’t start the fire” es la canción más destacable del disco. Siendo al mismo tiempo uno de los grandes clásicos de Billy Joel, esta nerviosa crítica a la sociedad norteamericana (con un videoclip de notable alto, moviéndose también en el mismo sentido que la canción), destaca sobremanera dentro del ya de por sí notable conjunto de canciones que la acompañan en el disco. Los teclados y su melodía de estribillo destacan sobre la base dura de batería. Las guitarras eléctricas son notables, al igual que también es notable como Joel se va encabronando cada vez más al micrófono. Poco a poco la canción va ganando fuerza y en una épica sibilina y no evidente, que desemboca en un clímax fabuloso en su sector final. Emocionante y uno de los momentos musicales por los que Billy Joel siempre debería ganarse el respeto de cualquiera.
3. “The downeaster Alexa”: De sonido marinero a la par que de semblante solemne, llega “The downeaster Alexa”. Nos enfrentamos a una de las piezas más rigurosas en su sonido del disco. Si dentro de “We didn’t start the fire” la voz de Billy se perdía entre coros doblados en distintos registros por él mismo, aquí se anota quizás su mejor pasaje en el apartado vocal del disco.
4. “I go to extremes”: Con “I go to extremes” viviremos uno de los momentos de pop más llevadero de “Storm Front”. Fue single, y no en vano incluso esta canción ha dado título a alguna compilación en dvd que de Joel vi una vez por ahí. Los teclados y sus notas luminosas son las que más destacan en esta canción tan agradable. Su estribillo es sencillo, melódico, todo en un tono ascendente sin pausa en la instrumentación, que avanza en paso firme de principio a fin. Es otra canción destacable del disco que hoy nos ocupa.
5. “Shameless”: Dentro del sector pop, pero con un menor ímpetu, en un tono algo más relajado, llega la aceptable “Shameless”. Realmente, si se detienen a pensar en ello, es el primer momento de auténtico descanso del disco, ya que en los primeros 4 capítulos, en un sentido u otro, la intensidad ha estado presente. “Shameless”, más allá de funcionar como medio tiempo necesario, funciona al margen de ello. Tiene un cierto tono perdedor que le da un toque carismático especial, ganándose un punto a su favor.
7. “Leningrand”: Acercándose mucho al tono de su amigo (a ratos) Elton John, llega uno de los instantes más emotivos del disco con “Leningrad”. La melodía de piano apoya a Billy Joel en una canción sentida en su sonido y también en su letra. Muy bien construida, es una de las canciones que principalmente se recuerdan del disco de primeras escuchas.
8. “State of grace”: Me atrevo a decir que el título de “State of grace” se ajusta mucho a lo que ofrece. Esta composición es de los temas de factura pop estándar del disco y en todo caso una de mis preferidas. Dentro de su carácter pop, no pierde parte de la emotividad melódica que toma del rebufo de “Leningrad”. Su melodía es luminosa y Billy le aporta la intensidad necesaria en los pasajes que lo precisa. También se dota de unos buenos cambios de ritmo en ciertos puentes entre estrofa y estribillo. Una pequeña joya oculta dentro de “Storm Front” y una alegría que nos encontramos en su tramo final.
9. “Walk in Rome”: “Walk in Rome” se mueve dentro de un jazz animado y desenfadado. Con algo más de “trompeteo”, podría ser una canción de esas que Collins tan bien facturó en su 2º disco en solitario “Hello! I Must Be Going”. Sin tanto estruendo, y con unos buenos coros de apoyo en el estribillo, Billy Joel nos ofrece esta pequeña fiesta en forma de canción para ir cerrando este buen lp que editó a finales de los 80.
10. “And so it goes”: Cuando pensábamos que ya habíamos escuchado todo y que, sobre todo gracias a “Leningrad”, habíamos pasado por el momento más sentido de “Storm Front”, Joel decide rubricar con “And so it goes”. Ésta es sin duda la canción más emotiva y delicada de la obra. Es un final formalmente precioso, donde la mesura vocal de Billy Joel al micrófono y las justas notas de melodía de piano hacen todo el trabajo para suponer un final de álbum estupendo.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES. Lo bueno que tienen los artistas en solitario, más allá de las bandas de pop/rock, es que parecen ir por libre y dentro del cierto caos que había en el mundo de la música en la salida de los años 80, Billy Joel consiguió una notable repercusión gracias a “Storm Front”, . Volvemos a lo de siempre, ya que un single “pelotazo” siempre hace mucho, y aquí “We didn’t start the fire” y su cierto carácter apocalíptico, con ese videoclip tan llamativo (censurado en algunos sitios), hizo mucho por el álbum al que pertenece.
Billy Joel mantuvo su presencia también a comienzos de los 90 con el siguiente y último álbum de estudio hasta la fecha “The River Of Dreams”, un disco si cabe mucho más maduro que este “Storm Front”. En los últimos tiempos no le ha ido tan bien al bueno de Billy y he oído por ahí que sus problemas con el alcohol le han causado más de un disgusto. Una lástima, la verdad.
No obstante, no nos pongamos melodramáticos. Billy Joel tiene una notable grandeza dentro del mundo de la música. Varias de sus canciones son clásicos sin discusión como “Piano man” o “Uptown girl”; y aquí, paradojas de la vida, en un disco bastante maduro en conjunto, quizás esté la canción que más puede llegar a algún adolescente rebelde. “Storm Front” es ligero, se escucha rápido. Tiene el número justo de canciones, 10, y está muy bien distribuido. Espero que le sepan sacar su partido.
En nuestro programa de radio, ya queda poco para el final de temporada. Este sábado a las 16.00h en RUAH sonará la 3ª y última parte de nuestro programa nº 100 y la siguiente semana (miércoles a las 23.00h y sábado a las 16.00h) escucharán, si sintonizan RUAH a las horas de emisión, el programa sobre “Casting Shadows” de Wolfsheim. Tenemos atraso a la hora de subir programas a Ivoox. Lo sabemos, pero, tengan paciencia por favor.