Ya sabéis que tengo tantos problemas con la novela histórica como con la romántica. Ya os lo comentaba en la reseña de Pompeya, así que no voy a extenderme, pero la novela histórica me gusta cuando los hechos históricos reales son el fondo en el que se desarrolla la historia de unos personajes. No me gusta cuando los personajes son una excusa para contarte la Historia, sino cuando estos sienten y están vivos. Quiero conocer la época y los sucesos a través de cómo lo viven los personajes.
De Posteguillo había leído un par de antologías de anécdotas de personajes históricos y me habían gustado precisamente porque no parecía querer contarme sus biografías, sino que eran personajes ficticios con un toque de realidad. Por eso esperaba mucho de Yo, Julia y me he llevado una decepción enorme.
Autor: Santiago Posteguillo
Editorial: Planeta
Año: 2018
Narrador: Germán Gijón y Olga María García Panadero
Duración: 24H 59M
ISBN: 9788408205258
Sinopsis:
192 d.C. Varios hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de reyes, madre de césares (mentira, sus hijos no son césares hasta el final) y esposa de emperador (Severo no es emperador hasta el final), piensa en algo más ambicioso: una dinastía (esto en el libro es tratado como un plot twist, menudo spoiler). Roma está bajo el control de Cómodo, un emperador loco (esto solo se ve un poco). El Senado se conjura para terminar con el tirano y los gobernadores militares más poderosos podrían dar un golpe de Estado: Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo retiene a sus esposas para evitar su rebelión y Julia, la mujer de Severo, se convierte así en rehén (Cómodo y Julia no se conocen, esto no es importante).
De pronto, Roma arde (esto pasa al principio y se le da muy poca importancia, pero aquí queda impactante). Un incendio asola la ciudad. ¿Es un desastre o una oportunidad? Cinco hombres se disponen a luchar a muerte por el poder (pero no todos a la vez). Creen que la partida está a punto de empezar. Pero para Julia la partida ya ha empezado. Sabe que solo una mujer puede forjar una dinastía (eh... ¿no?).
Puede que os preguntéis por qué he seguido leyendo/escuchando si me estaba gustando tan poco y no parecía que fuera a cambiar. En parte ha sido porque no tenía más audiolibros y en parte hay que tener en cuenta que venía de abandonar Los pilares de la Tierra, que eso sí que es un tocho denso y aburridísimo, por lo que en comparación este no era tan terrible. A la mitad de la lectura ya estaba muy harta, pero ya llevaba la mitad, no iba a dejarlo entonces. Así, esta lectura ha sido un suplicio. Le he visto muchos problemas y no entiendo el éxito que ha cosechado. Para los historiadores y demás apasionados de la historia, entiendo que sea un soplo de aire fresco, pues se aprende lo mismo que en un manual pero de forma un poco más ligera, pero para los que estamos acostumbrados a historias de ficción en las que importan la trama y los personajes, no lo veo en absoluto.
Uno de los problemas del libro es que es un manual de historia encubierto. Posteguillo se ha documentado, ha ordenado todos los datos históricos sobre un periodo de tiempo concreto, lo ha organizado en capítulos y lo ha reescrito en tercera persona y haciendo un poco de literatura, pero lo mínimo. En esta obra se cuenta desde la caída de Cómodo hasta el momento en el que Septimio Severo sube al poder, pasando por una sucesión de batallas, conspiraciones, maniobras políticas y varios emperadores.
"—Todo este ridículo por culpa de un senador corrupto y un grupo de gobernadores con ambición sin fin. ¿Habrá algún día en que esto no sea así?—Cuando cambie la naturaleza humana, amigo mío. Si es que cambia alguna vez. Si no, te garantizo que en dos mil años, todo seguirá igual."(Crítica "sutil" a nuestra sociedad introducida de forma artificial)
De verdad que pasan cosas y hay potencial para contar una historia, pero no del modo en que lo hace Posteguillo, centrándose demasiado en los hechos y dejando de lado a los personajes. Hay demasiada fidelidad histórica y es que la Historia, contada tal y como sucedió, es aburrida. Se puede ser fiel sin dejar que eso constriña y limite tu relato.
Así, en Yo, Julia, tanto la trama como los personajes no importan. Respecto a lo primero, la trama me ha aburrido soberanamente porque es lineal, no hay ningún giro ni se intenta crear tensión narrativa. Se ofrece mucha información contextual que no afecta en nada a desarrollo de los acontecimientos ni a los personajes, y que está allí para ofrecer realismo y para que el autor presuma de haberse informado. Los personajes son una excusa, herramientas narrativas para contar unos hechos históricos e informar al lector, por lo que este libro es más divulgado que narrativo.
En defensa del libro, a nivel de realismo y ambientación está muy bien, pero para eso me leo un manual sobre la historia de Roma. Quería adentrarme en la cultura romana, pero no de este modo. Se explica un poco el funcionamiento de toda la sociedad, especialmente a nivel político. Los otros aspectos (costumbres, fiestas, funcionamiento de los esclavos, la gente de a pie) están tratado más de forma superficial, pues el autor trata de abarcar demasiados puntos. Eso sí los personajes y la forma de dirigirse los unos a los otros me ha parecido muy realista. Esto sí es un esclavo que respeta a su amo y es tratado como alguien inferior, no como pasa en Pompeya.
El problema es que al ser un manual encubierto está lleno de escenas que no aportan nada a nivel narrativo, como el resumen de la lista de matrimonios imperiales que ha habido en Roma hasta el momento (diez minutos de audio, estaba que no podía creérmelo) o la lista de hazañas del primer emperador de Roma, que aparecen primero en latín y luego traducido. Lo mismo pasa con escenas que se enfocan en personajes que tampoco aportan nada a la trama pero que permiten profundizar en la sociedad romana. Es el caso de todas las escenas de Quinto Emilio, prefecto del pretorio; Aquilio Félix, jefe de los frumentarii, la policía secreta de Roma; Calidio y Lucia, dos esclavos; y Galeno.
Ninguna de estas tramas tiene ninguna importancia y pese a que podrían ser lo suficientemente interesantes como para protagonizar cada una una novela (no muy larga), al centrarse en mostrar el contexto histórico, se olvida de desarrollar a los personajes (todos planos) y hacerlos interesantes. O que tengan sentimientos, como mínimo. Todas estas tramas me han sobrado, especialmente las de Galeno, que tienen un gran peso en la historia, pues en teoría es él quien nos cuenta la historia de Julia, pese a que claramente es el alter ego del autor. De los capítulos de Galeno solo puedo rescatar la voz del narrador, que es maravillosa.
No sé si había quedado claro, pero el libro no lo he leído, sino que lo he escuchado en formato audiolibro. A diferencia de lo que suele ocurrir, nos encontramos a dos narradores (tres si contamos la nota histórica del autor al final): Galeno, encargado de los capítulos iniciales de cada una de las cinco partes en las que se divide el libro, más el prólogo y el epílogo, y Julia, que articula el resto de la narración. Lo raro es cuando Galeno aparece en los capítulos de Julia y habla con la voz de esta. Como ya he dicho, el narrador de Galeno es maravilloso, pero la de Julia me ha parecido muy normal, no solo por el tono, bastante monocorde, sino porque no le pone emoción o voces algo distintas (con excepción de los niños). Vamos, que mientras que con Reina roja estaba en duda entre comprar el segundo en papel o en audiolibro, aquí tengo bien claro que no repetiría la experiencia.
Como detalle, comentar que he descubierto que los audiolibros tienen un gran problema con los annexos en los que hay vocabulario o listas de personajes. Da igual si están al principio o al final pues de ambas maneras no son manejables (me he saltado una hora de audiolibro final con un listado de vocabulario). No se puede ir a una palabra/nombre concreto ni dejar la lectura diez segundos para consultarlo, aunque estén en orden alfabético.
El segundo puntal por el que flojea esta historia son los personajes. No hay ni uno solo que me haya interesado lo más mínimo. Casi no se reflejan sus sentimientos y emociones y mucho menos evolucionan. Todos son planos, incluso los protagonistas. Como ya he comentado, están ahí solo para guiar la historia, y algunos me han molestado, como Galeno o Claudio Pompeyano y su hijo, que no me importan en absoluto, pero cuentan sus vidas igual.
De Severo, el marido de Julia, pongo tengo que decir, más allá de que tiene más protagonismo que ella. El libro debería llamarse Yo, Severo, pues él es la cara visible de los planes de Julia y quien realmente participa activamente en toda la trama. Destacar que me ha gustado su relación con Julia, aunque hubiera preferido que se profundizara un poco más, pues era el único momento en que olvidábamos un poco la Historia. No es usual encontrar matrimonios bien avenidos y consolidados en una novela, normalmente las obras se suelen centrar en cómo surgen o su decadencia, así que me ha gustado ver cómo es el día a día. Tienen sus más y sus menos, pero se nota cómo se quieren y sus interacciones están muy bien.
Julia, que tiene veintipico años, ha sido uno de los personajes más decepcionantes de la obra, pues el autor le quiere dar una relevancia que no tiene. Se insiste constantemente en su belleza, en su inteligencia y en su papel clave en la trama, cuando en realidad ella no pinta nada. Lo de la belleza me ha parecido algo cansino, pues todo los hombres que posaban sus ojos en ella terminaban extasiados. Lo de su inteligencia es el colmo porque no hace planes tan brillantes. Escapa de Roma, sí, pero mediante un plan bastante simple; azuza a su marido para que vaya a la guerra, pero ya; propone un pacto con Albino que todos sabemos que luego va a romper para que no ataque su retaguardia, pero eso lo puede pensar cualquiera; propone envenenar a Albino mediante un veneno de acción lenta, pero ese no es un plan tan genial. Y poco más, la verdad.
Lo que más me ha enfadado es el "plot twist" de cuál era el verdadero objetivo de Julia, pues para mi estaba claro desde el principio y no me parece nada impresionante. Es más, mientras hacía la reseña me he dado cuenta que se dice en la sinopsis (para que se vea lo mucho que le importan el misterio y la trama al autor), así que os lo digo: Julia no quiere que su marido sea emperador, sino que sus hijos luego le sucedan y empezar una dinastía. Casi no le veo la diferencia, la verdad. Los emperadores pueden nombrar como sucesor a quien quieran, por lo que si Severo se hace emperador automáticamente puede empezar una dinastía, no es impresionante. Nota: espero que hayáis visto lo épica que suena la sinopsis, pese a que la novela no lo es en absoluto.
Además el autor los personajes están recordando constantemente la importancia de Julia en los acontecimientos, cuando esta es muy menor. Es verdad que para ser una mujer de la época, que acompañe a su marido a la guerra, que asista a los consejos de guerra y que se le deje opinar y hacer propuestas es bastante meritorio, pero no deja de ser la cabeza pensante que está de fondo, esperaba mucho más protagonismo y una participación más activa.
Me molesta especialmente que el libro esté dividido por "enemigos de Julia", cuando los únicos enemigos reales que tiene son Salinatrix (personaje interesante porque es ficcional, y en el que por desgracia no se profundiza) y Plauciano. Pero como no son importantes históricamente, no se dedica espacio a trabajar su relación con Julia. En cambio, los "enemigos de Julia" son grandes emperadores, porque ella es "importante" y "clave". MENTIRA. Cómodo no es enemigo de Julia, ni siquiera la conoce, solo le lanza una flecha (sin intención de darle) como aviso por haber intentado escapar; Pértinax no es enemigo de Julia, tampoco la conoce, simplemente se enfada porque ella se ha escapado mientras él estaba ocupado; Juliano no es enemigo de Julia, sino de Severo, aunque sea ella quien frustra sus planes (sin que él lo sepa) y anime a Severo a luchar; Albino y Nigro tampoco son enemigos de Júlia, solo de Severo, aunque ella le anime a luchar contra ellos.
Por último, me gustaría hablar de la narración. Ya al principio noté que se repetían mucho los nombres de los personajes sin necesidad, pero es que la cosa fue a peor. Solo para que os hagáis una idea, hace ya más de un mes que me he terminado el libro y me acuerdo de todos los nombres (y eso que no son fáciles) de tanto que los repiten.
La narración es muy farragosa. El narrador y los personajes repiten información constantemente, hablando sobre cosas que ya saben para recordárselas al lector, tratándolo de tonto. Y lo que es peor, hay varios resúmenes por parte de Galeno o de la narración sobre lo que acaba de pasar, algo completamente innecesario, pues siento que lo que ha dedicado a contarme en una hora se podía resumir en cinco minutos. Sobra la mitad del libro, pues es como si estuviera escrito dos veces. Aquí os dejo un par de ejemplos:
"Que había declinado hasta en tres ocasiones la propuesta de ser investido emperador: primero a Marco Aurelio, luego al Senado, que lo buscó para sustituir al asesinado Cómodo, y, finalmente, al corrupto Juliano". Esto no solo sucede en el libro, sino que este mismo párrafo casi calcado aparece cuatro o cinco veces, en boca de personajes o del narrador.
"Cuando tu ejército, tus propias tropas, no han hecho más que conseguir victorias: primero contra Juliano, luego contra Nigro y en último lugar contra los reinos de Osroene y Addabene". Esta afirmación de Julia a Severo no solo es redundante, pues él ya sabe qué victorias ha tenido, sino que también se repite en boca de otros personajes o del narrador tres o cuatro veces.
En conclusión estamos ante un manual de historia de Roma camuflado de novela de ficción. Se centra por completo en divulgar unos hechos históricos y se olvida por completo de los personajes, que no tienen desarrollo, son planos y resultan poco interesantes, pues no conocemos en profundidad sus sentimientos y emociones. Podría ser una historia interesante, pero no así cómo la maneja el autor, que no siente ningún interés por la trama (simple, lineal y sin giros), sino solo por el contexto, así que rellana el libro de escenas y puntos de vista innecesarios que no aportan nada. El personaje de Julia está demasiado sobrevalorado, pues tanto los personajes como el autor nos quieren mostrar que es muy inteligente cuando en realidad no es tan brillante, y que tiene un gran peso en la Historia cuando no es así, su papel es muy pasivo, solo es la mente pensante. Por último, mencionar que la narración es muy farragosa, pues hay constantes repeticiones e incluso resúmenes de los acontecimientos previos. Solo lo recomiendo a los apasionados de la historia, pues es un poco más digerible que un manual.
Cosas que he aprendido:
- Cómo hablaban los esclavos con sus amos
- Cómo eran las guerras romanas y cómo se organizaban los ejércitos
- Que si un libro histórico no me gusta tengo que abandonarlo sin importar las páginas que lleve
- Información sobre el funcionamiento de Roma y del personaje de Galeno
- Nomenclaturas romanas concretas
- Qué hacer en una tormenta de arena
Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...1'5/5!
Primeras Líneas...
Os dejo aquí un enlace para que podáis escuchar cómo empieza