«¿Le molesta que, con más de cien películas a sus espaldas e incontables obras teatrales, la gente le llame 'Chanquete'?», le preguntaron en una ocasión a Antonio Ferrandis Monrabal. «No, pero a veces me jode el tonillo», respondió el actor. Y es que, pese a haber participado en algunos de los títulos más importantes de la historia del cine español (suyo fue el papel principal de la oscarizada 'Volver a empezar'), para muchos españoles su recuerdo era el de aquel marinero en tierra que, en 1981, protagonizó la serie televisiva 'Verano Azul'.
Entonces decidió apostar por sí mismo y se fue a Madrid, apoyado por la familia Salvador, propietaria de Galletas Río. Pero triunfar en Madrid tampoco le resultó fácil. Tras una breve audición, el empresario Antonio Vico le contrata en 1950 por 14 duros de la época para sustituir a uno de sus actores que, visto lo exiguo de la paga, prefería no participar en las giras por provincias. La siguiente sustitución le permite trabajar con Francisco Rabal en 'Edipo' y su carrera comienza a afianzarse, aunque siempre como sustituto para giras fuera de la capital.
Su relación con el cine se va haciendo más estrecha y, en la misma medida, comienza su alejamiento de los escenarios. No obstante, su labor sobre las tablas se vio recompensada con la concesión del Premio del Sindicato Nacional del Espectáculo en 1966 y el Nacional de Teatro en 1970. Las películas se suceden y, aunque en pocas ocasiones es el protagonista, se consolida como uno de esos secundarios cuya presencia contribuye a dar consistencia a cualquier tipo de película. Así, Ferrandis es reclamado por directores como Vicente Escrivá, José María Forqué, Pedro Lazaga, Juan de Armiñán, José Luis Sáenz de Heredia, Mario Camus o Luis Buñuel.
El éxito le sonríe en ese comienzo de los 80. La Academia de Hollywood concede el Oscar a la mejor película extranjera de 1982 a 'Volver a empezar', dirigida por José Luis Garci. Junto a Encarna Paso, con quien ya había coincidido en 'Retrato de familia' de Antonio Giménez Rico- interpreta el papel de un profesor exiliado que regresa a su Asturias natal cuando se ve mortalmente enfermo. En los años siguientes, Ferrandis protagoniza algunas de sus mejores películas: 'Memorias del general Escobar' (1984), 'Extramuros' (1985) o 'Réquiem por un campesino español' (1985), cuya interpretación del cura Mosén Millán fue para él, y para la crítica, la mejor de su carrera. Por su papel en 'Jarrapellejos' (1987) fue candidato al Goya.
En los últimos años, la Generalitat Valenciana lo convierte en el protagonista de una serie de anuncios para promocionar su tierra, de la que siempre se sintió orgulloso. Es nombrado hijo predilecto de Paterna en 1991, donde en febrero del 2000 se abre un teatro con su nombre. El Gobierno valenciano le concede, en 1993, la Distinción al Mérito Cultural y el Consejo de Ministros, el mismo año, la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes.
En 1998 la Mostra de Cine del Mediterrani de Valencia le rindió un merecido homenaje. A partir de entonces, siempre que su salud se lo permitió, se dejó ver en algún acto social hasta que, a principios del 2000, sus achaques se hicieron cada vez más constantes.Ingresando en la Clínica Quirón de Valencia debido a una agudización de su patología respiratoria crónica. Una bronconeumonía, que complicó su broncopatía obstructiva crónica severa y su cardiopatía de base, obligó a ingresarle en la UCI, de donde no llegó a salir.
Algunos de los datos extraídos son de http://www.elmundo.es Patria Valenciana es un Blog de noticias de actualidad, de cultura y sociedad.