Biografia de Gaizka Mendieta Zabala

Publicado el 24 agosto 2014 por Mikel
Gaizka Mendieta Zabala (nació en Bilbao, el 27 de marzo de 1974) fue un futbolista vasco, considerado uno de los mejores futbolistas de España de los años 90', especialmente gracias a su gran rendimiento en el Valencia CF, con el que llegó a ganar una Copa del Rey, una Supercopa de España, y a disputar dos finales consecutivas de la Liga de Campeones, en los años 2000 y 2001. Su clase como interior derecho y su capacidad goleadora le llevaron a ser uno de los futbolistas más cotizados de Europa de final de los años 90'. El Valencia CF llegó a desestimar una oferta por él del Real Madrid superior a los 24 millones de euros. Al final, en el 2001, Mendieta fue traspasado al Lazio italiano, pero no pudo adaptarse al duro fútbol italiano y en la temporada 2002-2003 regresó a España para jugar cedido en el FC Barcelona. Mendieta rindió a buen nivel en el conjunto catalán, pero la crisis por la que atravesaba el equipo y su alta ficha económica provocaron que Mendieta regresase al Lazio al finalizar la temporada. En el año 2003 fue traspasado por el Lazio al Middlesbrough F.C. de la primera división inglesa, donde jugó desde la temporada 2003-2004. Mendieta jugó 40 partidos con la Selección nacional de fútbol de España entre 1999 y 2002. Participó en la Copa del Mundo de Corea y Japón en 2002.  
Ficha de Gaizka Mendieta: Nombre completo: Gaizka Mendieta Zabala Fecha de nacimiento: 27/03/1974 Lugar de nacimiento: Bilbao Nacionalidad: España Altura: 1,73 m. Peso: 67 Kg. Debut: 13/06/1993 (Cádiz CF) Otros equipos: Deportes Tonin, Oropesa, CD Castellón, CD Mestalla, SS Lazio, FC Barcelona, Middlesbrough. Un historiador del fútbol aseguraría que hubo dos Mendietas en el Valencia CF. El primero, que llegó desde Castellón en 1993, era un hombre voluntarioso, empleado preferentemente como lateral derecho, que suplía sus carencias técnicas a base de fondo físico y entusiasmo. Nunca volvió la cara y golpeaba de volea con desparpajo, lo que le valió hacerse un sitio en el equipo con mucho esfuerzo. La segunda y mejorada versión de Mendieta se estrenó con Ranieri una vez comenzada la Liga de 1998. Apareció de repente en un partido contra la Real Sociedad en Anoeta, con el cargo del entrenador pendiendo de un hilo, para empatar un partido que hizo resurgir al equipo. De pronto, se transformó en un jugador completísimo, experto en todas las artes del medio campo. Con tanto arrojo como su versión anterior e incansable en la presión, mostraba virtuosismo en los pases largos, milimetrados a los puntos más sensibles de las defensas. Ademas de ser temible en los golpes francos y de ningunear a los porteros en los penalties, llenaba su currículum de goles imposibles y lo mismo marcaba en San Mamés recreándose en un slalom por la banda izquierda, que en el Camp Nou empalmando un envío de córner desde fuera del área, o derrumbaba al Atlético en una final de Copa tras cuatro toques consecutivos a lo Pelé, rodilla, cuchara y empeine izquierdo. Gaizka Mendieta fue el protagonista de una de las más impresionantes progresiones conocidas en el fútbol español. Hijo de un guarda meta del Real Madrid, Deportivo y Castellón, había asomado en Castalia antes de los 18 años, llegó al Valencia de puntillas y en el verano de 1999 se convirtió en la referencia y capitán del Valencia CF campeón de Copa que logró la clasificación para la Liga de Campeones por primera vez en su historia. Pretendido por gran cantidad de clubes, firmó un contrato de crack para permanecer en el Valencia hasta 2007. 
Durante las dos temporadas siguientes se mantuvo a la altura de las precedentes, ejerciendo su autoridad, echándose el equipo a la espalda cuando hizo falta y ampliando su colección de goles antológicos. Fue el máximo exponente de un equipo que jugó dos años consecutivos la final de la Liga de Campeones, cayendo derrotado frente a Real Madrid y Bayern de Munich en una de las mayores tragedias del valencianismo. Acabada la temporada 2000-2001, y tras haber perdido la final de la Liga de Campeones en los penalties y no haber conseguido la clasificación para la competición en la temporada siguiente, la cabeza de Gaizka Mendieta se llenó de pájaros y decidió que era el momento de abandonar el Valencia CF y buscar mayores metas. Su intención era la de fichar por el Real Madrid, algo que el Valencia nunca permitió y finalmente se fue traspasado al Lazio de Roma, en una decisión que provocó un auténtico golpe a la afición de Mestalla, que veía como su gran ídolo no quería continuar en el club. Su marcha provocó la dimisión del presidente, Pedro Cortés. Una nefasta temporada en el equipo italiano provocó su cesión al FC Barcelona, sin demasiado éxito y su traspaso, finalmente, al Middlesbrough inglés, donde poco a poco, se fue apagando su grandeza