El uso, por parte del hombre, de combustibles fósiles como el petróleo, está detrás de la emisión, a la atmósfera, de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global y que, por tanto, son los culpables de los devastadores fenómenos naturales que están sucediendo.
Wwf, asociación que defiende la naturaleza, sostiene que para el año 2030 la biotecnología industrial habrá reducido en 2.500 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono, que son las responsables del 60% de los gases de efecto invernadero.
Las bacterias, peligrosas para el organismo humano, nos muestran su cara más amable de la mano de la biotecnología. El remedio consiste en emplear células vivas, bacterias, para obtener y mejorar productos, principalmente en el ámbito de la agricultura, la farmacia, la alimentación, la medicina y el medio ambiente.
No se trata de una primicia científica; estos microorganismos ya nos mostraron sus bondades hace siglos, sin ellos no existiría la cerveza, el pan, el yogurt, el queso... Pero hoy se nos presenta la biotecnología como una herramienta, eficaz, para construir un futuro más verde, llevando la bandera en la lucha contra la contaminación de la tierra, aire y agua.