Hoy lunes se anuncia el gran “debate del siglo”. Rubajoy y Rajbalcaba se verán las caras, en un encuentro espectacular, donde todos sabemos lo que dirán y, sobre todo, echaremos de menos de lo que no hablarán.
Por ejemplo, no hablarán de la ley electoral. No hablarán de alternativas a los recortes en esta crisis. No dirán ni pío de un Senado que no sirve para nada. Tampoco comentarán las principales peticiones del 15-M. Vamos, se hablará de cuestiones ajenas al interés del ciudadano. Y todo porque en definitiva no se plantea una alternativa a lo que hay, sino una mera alternancia de poder.
El miércoles hay otro debate, digamos de segundos espadas. Allí están invitados el PP, el PSOE, el PNV, CiU, y un participante del grupo ERC-IU-ICV. El representante del grupo de izquierdas no está decidido, pues tienen que ponerse de acuerdo los tres partidos. Lo lógico hubiera sido que estuvieran todos los partidos que están en el parlamento, pero claro no interesa que haya partidos que presentan alternativas claras al sistema. Si no, no es entendible cómo, en un “alarde democrático” y con la excusa de que no tiene grupo parlamentario, no se invita al tercer partido del país, Izquierda Unida –como tal--, el partido que tiene casi un millón de votos, y se invita a CiU y PNV que tienen muchos menos votos. La clave es la misma. No quieren que haya alguien que les haga una crítica real y dé una alternativa distinta a la crisis que no pasa por lo que ordenan Los Mercados.
Ahí está la causa. No es otra. Quieren esconderla bajo otros aspectos. Porque los dos grandes, más los dos partidos subalternos que participan como tales en el otro debate, son partidarios de la política neoliberal que dictan Los Mercados. Por eso, y no por otra razón, invitan sólo a un representante de los tres partidos de izquierda que componen el grupo ERC-IU-ICV.
En el debate principal, el de mañana, el que verdaderamente se publicita, el que verán muchos españoles, habrá diferencias de matices, pero no habrá diferencias radicales, porque con mayor o menor intensidad las recetas que pretenden aplicar no cuestionan el sistema y no pretende cambiar nada, sino poner parches. Remiendos y no cuestionamientos. Y es que viven y están por este sistema, cuando lo que hay que impugnar es el propio sistema.
No, no veremos posiciones encontradas, lo más, lo más habrá pequeñas diferencias, matices, tiempos distintos, pero todos con el beneplácito de Los Mercados.
Nos han robado el verdadero debate. El que está en la calle. El de alguien como Izquierda Unida que comete el grave pecado de no someterse a los dictados de Los Mercados. Y se lo hacen pagar con el silencio, para que nadie pueda escuchar cuestiones distintas, contrarias a lo políticamente correcto admitido por el bipartidismo. Salidas alternativas a la crisis que dicen que no existen cuando saben que sí.
Se trata de debates amañados, y es que quieren que todo siga igual, repartiéndose el poder entre los mismos, y de la misma manera. No les dejemos, en nuestras manos está.
Salud y República