Hoy vengo con algo totalmente ajeno a lo que escribo normalmente.
Hace más de un año que soy suscriptora de las cajitas Birchbox. Son cajas de belleza que llegan una vez al mes y que traen unas 5 o 6 muestras de productos de belleza (a veces en tamaño normal) y que me permiten cuidarme gastando muy poco.
Soy un desastre para la belleza y el cuidado personal.
No me maquillo a diario.
Uso la hidratante cuando me acuerdo.
Tengo varias cremas de contorno de ojos que me miran con desesperación cada noche…
En general, siempre he gastado muy poco en belleza y cuidado personal.
No es que sea una perroflauta, pero vaya, tampoco soy una IT girl.
Desde que tuve a Mario me di cuenta de que tenía que empezar a cuidarme un poco más, pero la idea de gastarme más de 30 euros en una crema antiarrugas me producía una descarga eléctrica de 230 voltios.
Y un día, navegando, como tantas veces, me encontré con las Birchbox.
Antes, llamadas JolieBox (cuando yo me suscribí) y después mejoradas y con maquillaje sutil se convirtieron en las BirchBox actuales.
Comparé bastante antes de decidirme, pues existen varios productos con este formato en el mercado.
Se pusieron de moda estas cajitas y las hay de muchos tipos, de comida, para bebés, de costura… en fin, todo un mundo de cajitas. Aquí tienes un enlace donde tienes muchas de estas cajas.
La BirchBox me cuesta 10 euros al mes, con gastos de envío incluidos
Si lo pienso al año, son 120 euros. Es pasta, pero es el equivalente a 4 cremas antiarrugas de más de 30 euros. Y me permite probar muchísimas más cosas que no la misma crema hidratante de siempre.
Yo soy un culo de mal asiento, siempre lo he sido, así que no soy fiel a un perfume, no tengo mi hidratante de día junto a la mesilla y colecciono cremas de manos de distintas marcas como si pronto fuera a llegar el gran holocausto.
Así que el hecho de recibir todos lo meses una cajita sorpresa con productos de belleza me encanta, me mantiene “al día” de lo que se cuece en belleza y me permite cuidarme un poco más que nada, que es lo que venía haciendo hasta hace un año.
La BirchBox de este mes me acaba de llegar, así que no he podido probar nada aún, pero os pongo lo que me ha llegado para que veáis si os puede resultar interesante a vosotras también:
La BirchBox de Noviembre se llama COZY AT HOME
Pensando en los días frios, mantita, chocolate caliente, chimenea crepitando, gatito en tu regazo… vamos, esa imagen que todas, especialmente las mamás vivimos día sí y día también (modo Ironía ON).
En fin, yo no suelo estar Cozy at home, sino más bien Crazy and histeric at home, pero a ver si lo que me ha llegado me ayuda un poco…
Bueno y hasta aquí el resumen.
Contenta, me ha gustado bastante la Birchbox de Noviembre. Otros meses puede llevar productos que uso poco (serums, hidratantes corporales, geles) pero que aprovecho para compartir con mi madre, así que este mes no comparto, todo para mí.
¿Y Tú? ¿Conocías este tipo de cajitas? ¿Estás suscrita a alguna? Cuéntamelo en los comentarios y dime porqué te suscribiste, que seguro que me engancho, que soy facilona
P.D. Este post no es patrocinado, Birchbox no me paga un leuro. Cuando sea lo bastante famosa para que las marcas me paguen para hablar de ellas, lo haré si me parece interesante, porque somos lo bastante listos cada uno para decidir por nosotros mismos si queremos comprar algo o no.
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