Tyen se inspiró en la leyenda del ave del paraíso, esa que nunca toca la tierra y flota libre, feliz e inalcanzable, para la creación de la colección primavera verano de Dior, donde abundan el brillo y los tonos azules.
La piel del rostro se broncea con la BB creme Nude Tan, que otorga un brillo saludable y dorado a una piel que parece desnuda. Dentro de esta BB cream hay un complejo llamado Tan Beautifier que prepara la piel para el bronceado y prolonga el color.
Como complemento, en la colección también está la petaca Diorskin Nude Tan Paradise, un dúo con un bronzer y un blush compuesto por 4 colores iridisados que broncean, iluminan y unifican la tez. Pueden usarse mezclados o por separado
Los ojos llevan una mezcla de turquesa e índigo en las paletas 5 Couleurs 374 Blue Lagoon o imitando las plumas cambiantes de los pavos reales, con la paleta 434 Peacock.
Si quieren algo más diurno, el 1 Couleur Eye Gloss tiene opciones más frescas y con brillo escarchado. Hay opciones llamadas marrón cálido, arena dorada, verde vegetal o azul de los mares.
Los labios pueden ser intensos, de la mano del Dior Addict Lipstick, en los tonos coral explosivo, rosa bombón, fucsia de verano (el de la foto) y rosa stabilo. O de la mano del Jelly Lip Pen, un concentrado de color, con un brillo gloss que le dá a nuestros labios la sensación de haber mordido una fruta exótica.
Las uñas se visten con un dúo Bird of Paradise de esmaltes en verde puro y tornasol.
¿Con qué nos quedamos?