Biris norte

Publicado el 18 julio 2012 por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC

El libro “Breve Historia del Sevilla FC” dice sobre Biris Norte:

Grupo de ultras sevillistas que rechazan el racismo y la xenofobia.
Hace casi cuatro décadas que llevan con orgullo el nombre del primer jugador africano del Sevilla FC.

En 1973 llegó a Sevilla procedente del fútbol danés Alhaji Momodou Njie (Biri-Biri), primer jugador negro del Sevilla FC y uno de los pioneros africanos en el fútbol español. Muchas cosas estaban cambiando en el país. Una nueva sociedad empezaba a aparecer y se abría con ilusión a una etapa democrática. Los hábitos y las costumbres de los nuevos españoles estaban modificándose.

Fue el 16 de febrero de 1975, cuando tras una actuación magnífica en partido matinal ante el Rayo Vallecano, la afición sevillista llevó a Biri Biri a hombros, desde el Sánchez-Pizjuán hasta su casa, como si de una figura del toreo se tratase. El 6 de abril del mismo año, en el campo de Santa Coloma, al término de un encuentro ante el titular del mismo, el San Andrés, la hinchada blanca residente en tierras catalanas volvió a posar sobre sus hombros al fibroso delantero africano. Sin duda, todo un símbolo y un ídolo para el sevillismo de entonces.

Fruto de la presencia del gambiano en el club, surgió a mediados de 1974, de manera espontánea, otro icono del sevillismo, la peña Biri Biri, gestada por unos jóvenes entusiastas que dieron vida a una nueva manera de animar y a un estilo peñista distinto. “¡Dale al balón, dale al balón, ya está mi Sevilla en Primera división!”, cantaban estos leales aficionados. Entonces, el plantel de Nervión peleaba por ascender a la máxima categoría bajo el mandato de Eugenio Montes Cabeza y la dirección técnica del hispanoargentino Roque Olsen. Aunque la idea inicial fue la de constituirse como peña, hubo que esperar algún tiempo porque su primer presidente electo, Francisco Jiménez Leal, aún no había alcanzado la mayoría de edad (antes, marcada en los 21 años). En realidad, el único que la superaba era el secretario, quien tenía 25 años.

Hablamos del alma del viejo Nervión, el que en las malas situaciones levanta el ánimo de sus futbolistas y del resto de aficionados, y el que en los buenos colabora para que la bombonera sea una fiesta. Con el paso del tiempo, esta peña se ha ido reciclando, variando aún más sus maneras y modificando su nombre para pasar a llamarse Biris Norte, ya que su ubicación en el estadio Sánchez-Pizjuán (desde su nacimiento) es en la zona baja de la grada de gol norte. Así, se adaptaba a la época actual de los grupos ultras. En los años ochenta, Biris Norte aguantó el tirón e impidió que grupos neonazis lo controlaran. Desde entonces, sus miembros se caracterizan por su lucha contra el racismo y la xenofobia.

Muestra de ello es que se trata del único grupo ultra que tiene como símbolo a un jugador negro. Incansables animadores, con sus cánticos de aliento ponen el toque de color necesario a todos los partidos. No rehúyen el enfrentamiento, pero rara vez lo buscan. Irreverentes y críticos, no son fácilmente manejables. Incómodos y altruistas, trabajan por el club desinteresadamente. Banderas blancas y rojas, andaluzas, inglesas, jamaicanas o con la silueta del Che Guevara, vuelan todos los domingos en el Sánchez-Pizjuán. Desde el verano de 2007, cada vez que se alcanza el minuto 16 de los partidos, se olvidan de cuanto sucede sobre el terreno de juego para vitorear durante 60 segundos el nombre del fenecido Antonio Puerta, un futbolista que siempre se mostró muy cercano a estos sevillistas (una de sus canciones: “Sale el sol por la mañana, por la mañana sale el sol…”, estaba entre sus favoritas).

Solidarios, han organizado campañas para recaudar fondos para distintas obras sociales. Incluso, como algo inaudito, han participado con aportación y recogida de acciones en asambleas donde se ha decidido el destino del club. Una peña o movimiento sin más normas que el cariño al Sevilla FC es Biris Norte. La Brigada Tifo es la admiración de las aficiones rivales, arte y sentimiento unidos. Como en todos los movimientos, a veces camorristas y violentos se esconden bajo unas siglas que son patrimonio exclusivo de los sevillistas. Después de más de treinta años de existencia son ejemplo para los ultras de muchas aficiones.

Como dice uno de sus lemas, “Hasta la victoria, siempre”.

Y dicho esto, creo que una visión bastante objetiva de lo que supone este grupo para el sevillismo en su conjunto, creo que son indispensables, pero no soy amigo de la violencia nunca y si hay 10, 12 o 25 que sobran y que dan mala imagen a los propios Biris y al Sevilla FC es necesario tomar medidas. Que las tomaran en el seno de Biris si fuese posible, sería lo deseable,  y si no es así alguien debe coger el toro por los cuernos. No hay otra. Es mi opinión.

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