Los BISCOTTI, también conocidos como cantucci o cantuccini, son una especie de galleta alargada y seca de almendra, típicos de la repostería toscana, más en concreto de Prato. Se cuecen dos veces en el horno, de ahí su nombre (bis-cotto), cortándose en rebanadas de un centímetro de grosor antes de la segunda cocción y aún calientes. Si habéis leído mi entrada de Guía dulce de Florencia os sonarán mucho, ya que están presentes en todas las pastelerías de la ciudad. La versión que os traigo hoy, adaptada a la que la repostera Manuela Kjeilen nos presenta en su magacín de Navidad, es un poco navideña, ya que a la receta tradicional de almendras añade unos pistachos y unos arándanos rojos, típicos de esta época, que aportan color y un toque ácido muy especial. Pero se le pueden añadir los frutos secos que se quiera. Así que podéis hacerlos de lo que más os guste!
♥ Ingredientes:
- 6 huevos
- 300 gr de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 700 gr. de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- 200 gr. de almendras tostadas sin sal
- 50 gr. de pistachos pelados
- 200 gr. de arándanos rojos (cranberries)
En un bol, batir los huevos con el azúcar y el extracto de vainilla a velocidad máxima hasta que blanqueen y queden espumosos. Cambiar las varillas por ganchos o palos de amasar, o si se hace a mano, coger una espátula de goma. Añadir la mantequilla cortada en dados y la harina, alternando un tercio de cada una hasta acabarlas y luego, la levadura.
Pasar la masa a una superficie enharinada y echar más harina si aún se pega algo en las manos. Extender un poco y echar encima todos los frutos. Envolver bien los frutos con la masa hasta que queden plenamente integrados. Dividir la masa en dos partes iguales y hacer rodar cada una con ambas manos sobre la encimera hasta darle una forma cilíndrica de unos 45 cm de largo. Transferir a una bandeja apta para hornear, previamente engrasada con mantequilla y con ayuda de un rodillo aplanar los cilindros y darles forma.
Hornear 20 minutos a 180 ºC o hasta que se tuesten ligeramente. Sacar del horno y cortar porciones de 1 cm de grosor. Reducir a 135º y hornear otros 45 minutos.
Dejar enfriar sobre una rejilla. Los biscotti pueden durar hasta 3 semanas guardados en una caja de galletas.