El sueño comenzaba conmigo caminando por una extensa área natural apartada de todo, llevaba rumbo hacia cierto lugar, pero no tenía idea de qué había o qué me esperaba exactamente, solo sabía que tenía que llegar a alguna parte. Llegado mi destino, me encontré con un gran campamento, no de los que solo tienen tiendas de campaña, me refiero a que había cabañas, mesas para comer debajo de lonas que cubrian del sol, etc. En el momento en que llegué a dichas instalaciones supe que venía a una especie de retiro espiritual.
Una vez que hice un recorrido por todo el lugar, nos llamaron a todos a una especie de lugar de meditación, este estaba delimitado por rejas y algunos muros, pero se encontraba en su totalidad al aire libre. Todos no sentamos en el piso que estaba cubierto de pasto el cual no era muy basto, ya que se podía ver y sentir la tierra alrededor de este. Quien dirigía la meditación era una mujer no muy joven, ni muy madura, ella nos dijo que cerraramos los ojos. No recuerdo todo el proceso que hizo, ni lo que nos dijo que pensáramos mientras guiaba la meditación, pero ya avanzada la sesión hizo/colocó algo de música muy extraña y comenzó a decir unas palabras que no recuerdo, dijo ella que con esto comenzaríamos un viaje.
Con viaje se refería a que nuestra mente se expandiría y nuestras almas viajarían a lugares donde nuestros cuerpos no pueden. Cuando dijo esto solo pude sonreír de manera burlona porque no creí nada, pero al relajarme con la música y escuchar las palabras que dijo, mi cuerpo se adormeció y fue como soñar dentro de un sueño. Al levantarme noté como toda la geografía se distorcionaba para volverse surrealista: los cielos, las montañas, los árboles, las instalaciones, se transformaron en cosas similares, pero al mismo tiempo indescriptibles. Caminé un poco para explorar y en uno de los muros vi una especie de elevador que estaba como dibujado, pero al mismo tiempo parecía que se podía entrar ahí, al querer entrar sentí como todo volvía a la normalidad y el muro volvía a ser solo eso, un muro cualquiera.
Regresé para explicarle a la guia lo que había visto, ella me dijo que repetiría el proceso para volver a tener tiempo de ir a aquel extraño elevador, pero debía hacerlo rápido porque tenía límite de tiempo el estar en aquel plano. Al regresar, el elevador volvió a aparecer, fue difícil entrar porque estaba ahí pero al mismo tiempo estaba dentro del muro. Al entrar, había una palanca que llevaba a 3 "pisos inferiores" y lo pongo entre comillas porque no eran lugares cerrados como uno esperaría en un edificio, por ejemplo, si no que eran lugares abiertos.
Visité me parece que el segundo y el tercero, del segundo recuerdo poco a excepción de que era una especie de bosque, pero era un área delimitada por árboles y no podía ir más allá de ellos. Todo parecía agradable hasta que de fuera de los límites comenzaban a salir lo que podría describir como criaturas horribles persiguiéndome. Regresé al elevador y bajé al tercer piso.
Este tercer piso estaba en una especie de plataforma en medio del mar, el contorno delimitado por cajas metálicas como las que transportan los trailers, pero mas pequeñas. No había mucho espacio para moverse porque además de las cajas habíaa mucha chatarra electrónica y herramientas. La plataforma no era muy grande. Logré divisar a un hombre de edad avanzada y lo comencé a seguir para hablar con él, por algún motivo no pude alcanzarlo hasta el final de la plataforma al extremo contrario donde estaba el elevador. Dijo algunas palabras que no recuerdo y del mar comenzaron de salir las criaturas del piso anterior para volver a perseguirme. El sueño se termina conmigo regresando al elevador.
Recuerdo que al soñar estaba maravillado con lo que veía y experimentaba, a pesar de todas las aventuras que ya he vivido. Lo más interesante del sueño es que aunque solo han pasado unas horas desde que lo tuve solo recuerdo como un 40% del sueño y sé que lo que olvidé es más interesante que lo que conté.