Este blog tiene como dirección variaciones filosóficas, lo que desvela un origen distinto al que le ocupa hoy. Sin embargo, el blog de filosofía sigue con la misma dirección en wordpress, y tiene como uno de sus temas centrales el problema del dinero que representa la forma más excelsa del hacer. El bitcoin como una moneda en la que la oferta no depende de ningún estado ni banco central apunta a una de las funciones más importantes que toda moneda debe tener y es la que no desempeña la práctica totalidad de las monedas, a saber, la función de depósito de valor. Los defensores del dinero que mejor desempeña esta función señalan al oro como el dinero más honesto. El argumento radica en que el oro obtiene su valor de las efectivas practicas de uso del mismo, y no del respaldo difuso en la confianza de un estado, o banco central. Al bitcoin le falta la realidad de los efectivos usos que sí tiene el oro, por tanto, la diferencia entre oro y bitcoin no radicaría tanto en que el primero es un bien tangible, y el segundo un trozo de información en una red P2P. La ventaja es que estos usos que "sostienen" el valor del oro son de una naturaleza extraña, llamémosle virtual sin confundir con la virtualidad informática, sino la virtualidad que le corresponde a las instituciones que sostienen prácticas, virtuales y reales. La idea es que el valor no radica exactamente en el oro sino en unas prácticas (difíciles de ver, de teorizar), y es la naturaleza de esta praxis la que puede transferirse a crear valor en bitcoin. La motivación de estas prácticas radica en la independencia del individuo, principalmente.Ahora bien, la dificultad de esta praxis que transfiera el valor al bitcoin es que han de concertar las acciones de muchos y la teoría sobre la misma es difícil, y no es suficiente para que los individuos cambien sus hábitos por la misma dificultad teórica. Pero la posible adopción de esta moneda pasa ineludiblemente por sortear estas dos dificultades, en primer lugar, porque la independencia a la hora de tomar decisiones forma parte de los seres humanos, y la teoría aunque sea por caminos indirectos influye en lo que hacemos. El mismo hecho de la invención de bitcoin supone la necesaria retroalimentación por parte de algunos de necesidad de independencia y claridad de los presupuestos de nuestra praxis.