Ayer, último día de agosto, último día con el iva al 18% para la mayoría de productos, y del 8% para hostelería, se me antojó ir a Bitoque a tomar una copa de Moscato. No hay muchos bares que sirvan este vino italiano, así que tampoco habia mucha elección. Allí que me planto con J, y mientras él pide dos copas de Moscato, me dedico a escribir al txoko tuitero dónde estoy, mientras Ruth (@rutheando) aterriza en Moyua tras sus vacaciones. 2,5€ la copa, no nos desanima, y pedimos una segunda, y cuando levanto la cabeza, se me acerca J y me dice:
-"Sólo les quedaba vino para una copa más, y encima les he tenido que decir que me sirvan en una copa nueva, ¡menudo detalle!"- J venia sorprendido.
Supongo que vuelvo a Bitoque por que está cerca de Ledesma, por que tiene una barra de pintxos muy llamativos y elaborados. Quizás Bitoque despunte más por sus pinchos calientes que por los de barra, es más, el foie, y su versión del sushi con roastbeef (que sacaban como churros) son de concurso, así como el ravioli de morcilla. Pero la misma queja, que se viene repitiendo en muchos de mis posts: ¿de qué me sirve que el pobre cocinero se esmere en crear nuevas recetas, en perfeccionar tiempos de cocción, texturas, de mirar con lupa ingredientes, si luego el que te lo sirve tiene una cara de mustio que te avinagra la tarde? Sé que es duro trabajar en hostelería (yo lo hago, en mi trabajo principal), sé que es duro tratar con gente más de 8h al día (lo hago en mi trabajo principal, y en el segundo también), sé que estamos en crisis, blablabla...eso no quita para que el que atiende muestre un mínimo de interés hacia quien está al otro lado de la barra, esté atento a quien busca su mirada para pedirle un maldito vino, o que muestre una pequeñiiiiiiiiiisima sonrisa. Vamos, algo que NO vereis en Bitoque, y es una pena.
Y si a la falta de tacto de los camareros, añadimos que vas a pedir una segunda ronda de vinos, y pretenden servirtela en la misma copa...pues apaga y vámonos. Volvemos a la crisis: si a la gente le cuesta soltar la pasta para ir a comer/cenar/potear fuera de casa, chico, al menos, cuida a la clientela con pequeños detalles. No soy cliente habitual de Bitoque entre semana, principalmente por que no lo tengo a mano, pero sí que vamos en cuadrilla (fácil que nos juntemos unos diez) los fines de semana, y aunque fuese mi primera vez en Bitoque, o fuese allí todos los días, qué menos que cambiar la copa al servir un nuevo vino. El añadirlo a la copa anterior debería ser si el cliente lo pide, y no le molesta, no hacerlo por parte del camarero, y menos en Albia, y menos en Bitoque, y menos en un vino de 2,5€ que no llega a un cuarto de la copa.
Arranco septiembre peleona, y como bien dijo Robintxu (@robintxu) via twitter, "BITCHES, BLACKIE'S BACK". Te dedico el post, por que a nuestro chico de negro, ¡tenemos que cuidarlo!
Gastrobar BITOQUE C/Alameda Mazarredo, 6.www.bitoque.net
Vuelvo a leer mi post de enero sobre Bitoque, y parece que estoy teniendo un déjà vu, sólo que en otra estacion del año. Los camareros siguen igual de secos, siguen sirviendo Moscato, aunque eso sí, que el viernes a las 21h30 te digan que solo les queda para una copa...enfin. Una pena la mala gestión de este local, con el gran potencial que tiene en la cocina, y en su emplazamiento.