Ya ha llegado el otoño, aunque de forma intermitente, pero los colores amarillo, ocre y marrón forman parte de la decoración de toda la flora de Suecia; y para disfrutarlo nada mejor que preparar el fika en un jardín, aunque haya que abrigarse.
El bizcocho que inicialmente había pensado era un el clásico Bizcocho de arándanos pero luego pensé que para el té quedaba mucho mejor sentir el sabor del arándono de vez en cuando combinado con la canele y la verdad es que el resultado quedó genial.
Origen del plato: Elaboración propia.
Tipo de plato: Postre
Ingredientes:
- 6 huevos medianos
- 50 grs de mantequilla
- 200 gr de azúcar
- 250 gr de harina
- Una cucharada de café de levadura
- Una cucharada de café de sal
- Una cucharada de café de esencia de vainilla
- 100 gr de arándanos
- Algunas frambuesas
- Azúcar glas
Elaboración:
Pon a calentar el horno a 180º.
En un tazón echa la mantequilla y métela en el horno, para aprovechar el calor y que la mantequilla sea líquida.
Sin dejar de batir vamos añadiendo los ingredientes en el siguiente orden, huevos, azúchar, esencia de vainilla, sal, harina y levadura.
En este punto ya tendras una masa compacta, es el momento de añadir la mantequilla que al estar líquida y caliente facilitará que sigas batiendo hasta que todo esté bien mezclado.
Engrasa con mantequilla la bandeja o el plato para el bizcocho, donde luego echarás la mezcla y al que posteriormente hay que añadir los arándanos (no hace falta que les ayudes a hundirse en la masa, mientras se hornea ya se hunden solos).
Ahora tendrás que esperar de 20 a 30 minutos, dependiendo del horno y de la bandeja que hayas escogido para el bizcocho, pero lo mejor es asegurarse pinchando con un palillo y si sale limpio es que ya está listo.
Nada más sacarlo del horno, déjalo en un rincón tapado con un trapo de tela, para que termine de compactarse lentamente.
Pasadas una o dos horas ya puedes pasar a la decoración con azúcar glas y frambuesas para dejar ese toque final.
A partir de aquí ya es cuestión de tener paciencia, ya que el bizcocho está mejor pasado un día desde que se cocinó, de hecho aguanta perfectamente cuatro días antes de endurecerse, así que tienes tiempo suficiente para disfrutarlo.
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Esta receta salió al eliminar la levadura de una simple receta de magdalenas, y el resultado fue un sabor parecido al pan pero con una textura más jugosa, y al estar relleno con algo dulce como los arándanos, se podía comer tanto para un desayuno como para acompañar un café con leche.