No teníamos un molde para hacer tartas redondas, así que tuvimos que hacer la forma a mano pero, quién dijo miedo?
Bueno, eso solo fue un bache en el camino. No podía ser tan complicado!!
Así que con entusiasmo fuimos recortando las capas de nuestro bizcocho de chocolate hasta que fue cogiendo la forma deseada. Después la montamos y rellenamos con una ganaché de chocolate negro rica, rica, rica.
Para conseguir una superficie más lisa hicimos una masa tipo cake pop mezclando los sobrantes del bizcocho con la ganaché, colocamos todo por encima hasta lograr la forma de esfera perfecta.
Cubrimos la tarta con fondant naranja, agregando un poquitín de colorante naranja en pasta para obtener un color más intenso. Antes de colocarla sobre el bizcocho, texturizamos con puntitos imitando el relieve de los balones de baloncesto.
El resultado nos quedó redondo, jajaja… hasta apetece marcarse un mate!!