ingredientes:
- 100 g de harina de repostería.
- 225 g de azucar.
- 10 claras de huevo.
- 1 cucharadita de cremor tártaro.
- 1 pizca de sal.
- Esencia de vainilla.
- En un bol batimos las claras junto con el cremor tártaro y la pizca de sal hasta que estén semi montadas, en este punto podemos añadir el azúcar junto con una cucharadita de esencia de vainilla y continuamos batiendo hasta que tengamos un merengue bien duro y todo el azúcar se haya disuelto.
- Tamizamos la harina y vamos incorporándola al merengue con movimientos muy suaves y envolventes
- Una vez bien integrados los elementos vertemos la masa en un molde sin engrasar y movemos un poco el molde hacia los lados para que la masa se asiente y quede uniforme. Es muy importante no engrasar el molde precisamente para que la masa al subir se pueda agregar a las paredes del molde. Podemos eso sí poner un poco de papel de hornear en el fondo del molde para que no se nos pegue demasiado al fondo.
- Horneamos 40 minutos a 175ºC.
- Sacamos el molde del horno y lo dejamos boca abajo sobre una rejilla para que no se baje la preparación y mantenga la forma.
- Una vez hayan pasado 2 horas aproximadamente y haya enfriado totalmente ya lo podremos desmoldar ayudándonos de una espátula para despegarlo de los bordes del molde.