Bizcocho de batata y almendra con sabor a navidad

Por Todo Con Azúcar
 El dulce por excelencia de Navidad en nuestra familia son las truchas (que es como se conocen en Canarias unas empanadillas dulces rellenas de una crema de batata y almendras), que este año sin falta tendré que publicar en este Blog. Las hacía mi madre con todas mis tías cuando eramos pequeños y ahora las hace normalmente mi hermana Carmen con la ayuda de algún voluntario o voluntaria que esté a mano. Pero de eso ya hablaremos. Lo cierto es que cuando vi esta receta en el Blog Juego de Sabores, y leí sus ingredientes, me dije ¡pero si esto tiene que ser un bizcocho con sabor a truchas! Y efectivamente, con una pequeña adaptación evocan el sabor de nuestras truchas, y por ende, el de la Navidad.
La forma que adquirió mi bizcocho esta vez se debe únicamente a una prueba con un molde de silicona para hacer semi-esferas. El resultado fueron unos bizcochitos redondeados que sirvieron para adornar el principal. Me gustó mucho el resultado. Vamos con la receta.
Ingredientes:
4 huevos
200 gramos de azúcar
200 gramos de batata amarilla cocida (conocida como boniato en muchos lugares)
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
250 gramos de almendra molida
1 yogur natural sin azúcar
1 sobre de levadura
1 pizca de sal
1 cucharadita de anís en grano o matalauva
50 cc de anís
1 cucharadita de canela
La ralladura de un limón.
Preparación:
En primer lugar preparamos un molde rectangular y otro de semi-esferas con mantequilla. Precalentamos el horno a 180ªC. Pelamos y cocinamos la batata partida en trozos grandes en abundante agua con la cucharadita de matalauva y una pizca de sal. Cuando las pinchemos y estén tiernas, escurrimos muy bien, y machacamos con un tenedor hasta obtener un puré. Mientras están tibias añadimos la mantequilla, el yogur, el anís, la canela y el limón y mezclamos bien. Seguidamente incorporamos la almendra molida, y la levadura y seguimos removiendo bien hasta integrar. Reservamos esta preparación. En otro bol batimos las yemas con el azúcar hasta que estén bien esponjosas y añadimos la mezcla anterior. Batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal y añadimos al resto con movimientos envolventes. Pasamos la mezcla al molde y horneamos durante 30-40 minutos el molde grande y, entre 20 y 25 minutos los pequeños. (Estos tiempos son orientativos pues dependerá mucho del horno). Como siempre, pincharemos con un palillo o brocheta antes de retirarlo del horno, y si sale seco, es que ya está listo el bizcocho. Y este es el resultado, jugoso y riquísimo de sabor. Un buen comienzo de otoño para los que vivan en sitios donde ya esté haciendo frío. ¡Hasta la próxima!