La forma que adquirió mi bizcocho esta vez se debe únicamente a una prueba con un molde de silicona para hacer semi-esferas. El resultado fueron unos bizcochitos redondeados que sirvieron para adornar el principal. Me gustó mucho el resultado. Vamos con la receta.
4 huevos
200 gramos de azúcar
200 gramos de batata amarilla cocida (conocida como boniato en muchos lugares)
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
250 gramos de almendra molida
1 yogur natural sin azúcar
1 sobre de levadura
1 pizca de sal
1 cucharadita de anís en grano o matalauva
50 cc de anís
1 cucharadita de canela
La ralladura de un limón.
En primer lugar preparamos un molde rectangular y otro de semi-esferas con mantequilla. Precalentamos el horno a 180ªC. Pelamos y cocinamos la batata partida en trozos grandes en abundante agua con la cucharadita de matalauva y una pizca de sal. Cuando las pinchemos y estén tiernas, escurrimos muy bien, y machacamos con un tenedor hasta obtener un puré. Mientras están tibias añadimos la mantequilla, el yogur, el anís, la canela y el limón y mezclamos bien. Seguidamente incorporamos la almendra molida, y la levadura y seguimos removiendo bien hasta integrar. Reservamos esta preparación. En otro bol batimos las yemas con el azúcar hasta que estén bien esponjosas y añadimos la mezcla anterior. Batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal y añadimos al resto con movimientos envolventes. Pasamos la mezcla al molde y horneamos durante 30-40 minutos el molde grande y, entre 20 y 25 minutos los pequeños. (Estos tiempos son orientativos pues dependerá mucho del horno). Como siempre, pincharemos con un palillo o brocheta antes de retirarlo del horno, y si sale seco, es que ya está listo el bizcocho.