Aparte de lo rico que puede estar el bizcocho la calabaza tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud: es rica en vitaminas A, B y C, regula el azúcar en sangre (ideal para las personas diabéticas), tiene betacarotenos que nos protegen del cáncer, tiene un alto contenido en fibra que nos produce saciedad y además, entre otras muchas virtudes, tiene un alto contenido en mucílagos que es una sustancia que posee una acción suavizante y protectora de la mucosa del estómago. Por ello, está indicado en casos de acidez de estómago, digestiones difíciles o gastritis, ya que calma la irritación y el dolor de estómago.
Ingredientes
- 250 gr. de calabaza ya pelada
- 150 gr. de azúcar
- 250 gr. de harina
- 70 gr. de aceite de oliva suave
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura química tipo royal
- Azúcar glas y frutas del bosque para decorar (esto por supuesto es opcional)
Ponemos en otro bol grande los huevos junto con el azúcar y, con la ayuda de una batidora de varillas batimos hasta que blanqueen y doblen su volumen (aunque esto no es absolutamente necesario y se puede batir con una batidora normal, es lo que nos va a hacer que el bizcocho quede superesponjoso). Añadir después: el aceite en un hilo sin dejar de batir, la calabaza triturada y finalmente la harina y la levadura con movimientos envolventes hasta que esté todo integrado.
Engrasamos un molde y echamos toda la mezcla. Introducimos en el horno precalentado a 180º durante más o menos media hora, pero pasado este tiempo introducir una brocheta para ver si sale limpia ya que según el horno puede tardar un poco más. Dejar enfriar un cuarto de hora y desmoldar. Adornarlo como más os guste y ya está listo para comer.
Es un bizcocho muy ligero y la calabaza le da más color que sabor, por lo que es ideal para los niños que no sabrán que están comiéndose un montón de vitaminas.
Espero que os guste.