Pero como era un día especial, quería darle un toque diferente, así que me puse a buscar por la despensa y encontré unas semillas de lino dorado que habíamos comprado en verano y que todavía no había usado... ¡esta era mi oportunidad! La verdad es que apenas modificó el sabor del bizcocho y podría decir que ni se notaban, no sé si fue por que puse pocas o por que realmente no tienen mucho sabor... Habrá que seguir investigando con ellas.
Este bizcocho yo no lo hago muy dulce, así que si sois muy golosos y os gustan los bizcochos que sepan a azúcar, tendréis que añadirle más azúcar blanco a las cantidades que os pongo a continuación o sustituir el azúcar moreno por blanco.
Ingredientes para el bizcocho (para un molde de 22 cm)
- 3 huevos
- 150 gr. de azúcar blanca
- 100 gr. de azúcar moreno
- 1 yogur natural
- 125 ml. de aceite
- 375 gr. de harina
- 1 sobre de levadura (16 gr.)
- 250 gr. de calabaza cocida aprox.
- 2 cucharadas soperas de semillas de lino dorado
Pon a precalentar el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
Engrasa el molde con mantequilla o aceite y espolvorea un poco de harina hasta que todos los bordes queden bien cubiertos. Yo suelo cubrir las paredes con papel de hornear pero no es necesario, podéis simplemente engrasar todos los bordes.
Vierte la masa dentro del molde.
Pon el molde sobre una rejilla y deja que se temple durante 15 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo, si el molde no está muy caliente, desmolda el bizcocho y deja que se enfríe por completo sobre la rejilla.
Puedes comerlo tal cual o acompañarlo con una salsa de castañas, chocolate, frutos secos ¡lo que más te guste!