Hoy, una vez más, como cada último domingo de mes, llega #ElAsaltablogs, ese evento en el que asaltamos otro blog para meterle mano a sus recetas y de paso echarnos unas risas. Este mes le ha tocado al Blog Tartis y más de la simpatiquísima Libia Ontiveros. Es un blog de recetas familiares, con algunas para peques y donde podrás pasar ratos muy agradables. Pero vamos al lío.
En este reto yo no valgo para preparar las recetas con antelación y "tomármelo con calma" y para una vez que lo intento, revoluciono el Karma y pasa lo que pasa, que la lío. Seré breve y a modo de crónica:
Domingo 20 de abril:
Selecciono la receta a asaltar, va a ser el Hummus. Sí, ya tenemos esa receta en el blog, pero puedo aprovechar para hacer hummus de remolacha o un hummus de calabaza muy especiado como el de Gordom Ramsey, además, dispongo de todos los ingredientes y será una forma de dar salida a un Tahini que lleva demasiado tiempo mirándome mal desde el fondo de la nevera.
Lunes 21 de abril:
Decido elaborar hummus tradicional, hummus de remolacha y hummus de zanahoria. La receta se llamará "Hummus trifásico" y será una combinación de colores espectacular... a pesar de que el de remolacha me ha quedado menos "morado" de lo que yo quería.
Llueve en Madrid, está más oscuro que un after hour de Malasaña en los 90' y decido guardar las elaboraciones en la nevera para hacerles fotos en otro momento.
Miércoles 23 de abirl:
Ha llegado el momento de montar la receta y hacer las fotos...
¡Es un desastre!, lo que en mi cabeza era un espectáculo de colores, en la realidad es una combinación imposible que parece sacada de la mente de un chimpancé demente.
Ahora comprendo porqué no hay países con banderas de colores morado / naranja / garbanzo.
Viernes 25 de abril:
Decido el plan B. Será el estupendo bizcocho de hierbabuena. Al fin y al cabo me obligará a ponerme manos a la obra repostera, que no ejercito mucho y esto está a mi alcance.
Sábado 26 de Abril:
19:00 horas. Dispongo de los ingredientes y me dirijo a una tienda de Zara Home a comprar cachivaches que definitivamente me conviertan en un bloguero "cuqui" y me hago con unas telas y un.... no sé ni como se llama a esa cosa que sirve para exponer bizcochos y tartas.
Como quiera que ya tengo una mesa de madera en la terraza, ya tengo casi todo el "kit cuqui", al menos para el verano, para el invierno necesitaré algunas tablas viejunas para el interior (ya le tengo echado el ojo a un palet del almacén de mi trabajo, pero si le digo al encargado que me lo dé para decorar fotos monas de comida no me lo da ni de coña, así que le diré que será para hacer una barbacoa para asar sardinas) y, claro está, una cubertería de esas que mi abuela nunca tuvo pero que parezca que es de su época infantil.
Lo de la cámara buena, pero buena, buena... tendrá que esperar, además, teniendo telas, maderas, cuberterías y la cosa esa para exponer tartas que no sé como se llama, no necesito cámara fetén.
20:00 horas, llego a casa, queda tiempo, salimos a tomar una cerveza.
22:00 horas, a por el bizcocho, que como soy muy listo voy a tunear un poco combinándolo con otra receta.
22:20 horas, algo va mal, esto en lugar de una masa parece un arenal de sepiolita para cubrir derrames de productos químicos... ¡qué desastre!, he debido echar el doble de harina de la necesaria ¿¿¿???.¡Mayday, mayday!.... ¡necesitamos un plan C!.
22:30 horas, me voy a cenar.
23:30 horas, reinicio el proyecto bizcocho, esta vez con la receta original, sin tunear nada.
23:35 horas, vaya... no me queda levadura seca, sólo tengo algo así como medio sobre, ¿en que habré usado el otro medio?, hace eones que no hago un bizcocho... puede que en falafel, en ese caso debe llevar tres meses abierto... ¿cuando caducan estas cosas?.
23:40 horas, tengo levadura fresca en la nevera, busco equivalencias en internet.
23:45 horas, después de empollarme las equivalencias, descubro que mi levadura fresca caducó el 14 de abril.
23:50 horas, echo el medio sobre de levadura seca y como 12 gramos de levadura fresca caducada. Hay dos opciones, o no levantará nada, o explotará dentro del horno.
23:55 horas, vaya..., tampoco me queda hierbabuena, tengo albahaca, pero si este bizcocho falla, el siguiente tendrá que llamarse bizcocho de arizónica, que será la única planta que tenga a mano a las 2 de la mañana, aunque no creo que sea comestible.
00:35 horas del 27 de abril. No ha explotado, de hecho ha subido poquito. Recojo la cocina, parece que ha pasado una manada de ñúes salvajes.
00:45 horas, me pongo a escribir la receta.
00:50 horas, me caigo de sueño, me voy a la cama.
07:30 horas, ahora sí, comienzo a escribir receta.
09:00 horas, con la batería suficiente para unas fotos, me pongo a ello.
09:20 horas, edito fotos,
09:40 horas, tengo hambre, me como el bizcocho. Me ha quedado poco esponjoso, más bien apelmazadote, pero está bueno, ya si en vez de albahaca llego a usar hierbabuena, seguro que mejora.
09:50 horas, termino de redactar la entrada.
Supongo que a las 10:00 subiré la receta a la lista de participantes en el reto y acto seguido me iré a la cama.
Lo conseguí, aunque haya sido una auténtica Misión Imposible: