Hoy nos lanzamos a probar una receta nueva que vimos en una revista de cocina que nos gusta por lo práctico, asequible y sencillo de sus propuestas: Lecturas Cocina. De verdad que es muy recomendable, aunque en este caso, haremos alguna variación para la próxima vez que la pongamos en práctica. Y dicho esto... ¡nos ponemos el delantal!
Los ingredientes necesarios son:
- 1/4 kg de harina
- 100 g de azúcar
- 375 ml de leche
- 50 ml de aceite de girasol
- 1 yogur natural
- 1 sobre de levadura en polvo
- 2 manzanas
- 1/2 limón.
Esta receta es perfecta para cuando tienes un par de manzanas un poquito "tristes" de esas que, aunque siguen estando ricas, tienen la piel más fea y ya nadie se anima a coger del frutero. Y por supuesto, podemos probar con otras frutas, como plátano, pera, piña... Si os animáis a experimentar con alguna de estas variedades ¡no dudéis en contárnoslo!.
Lo primero de todo ponemos el horno a precalentar a 180º, porque la mezcla se prepara en un plis plas y así ahorramos tiempo -y energía eléctrica-.
Después, mezclamos en un bol con las varillas manuales el azúcar (nosotras usamos azúcar moreno en esta ocasión), la leche, el aceite y el yogur.
Sobre esta mezcla echamos la harina tamizada y mezclada con la levadura. Para ello, va de cine el artilugio que os mostramos de acero, adquirido en Ikea y que se ha convertido en un imprescindible de toda nuestra repostería. Por supuesto con un colador tradicional también lo puedes hacer. Seguimos batiendo hasta obtener una masa homogénea.
Pelamos las manzanas, las cortamos en daditos y las rociamos con el zumo del limón.
Preparamos un molde con un papel sulfurizado (papel vegetal) donde pondremos nuestro bizcocho a hornear. Aquí es donde nosotras metimos la pata (nadie es perfecto) y pusimos la manzana en el fondo vertiendo sobre ella la masa. Viendo el resultado, creemos que es preferible echar la manzana en la masa y mezclar todo bien antes de verter la masa en el molde. ¡Tomamos nota para la próxima vez!
El tiempo de horneado varía según el horno y el tamaño del molde. La receta original indica que el tiempo de horneado será de unos 35 minutos. La verdad es que nosotras lo tuvimos 50 minutos y la parte inferior no quedó suficientemente cocida (posiblemente tampoco ayudó la forma en que dispusimos los dados de manzana en el fondo del molde). Lo mejor es ir pinchando con un palito de madera de los de hacer brochetas para comprobar que el bizcocho está en su punto. Unos 5 minutos antes de sacarlo, podéis espolvorear con azúcar la superficie y subir la bandeja del horno para que quede más cerca del grill y se caramelice. Esto le da un toque delicioso y súper goloso.
Por lo sencillo que es, sin duda repetiremos. Otra variación posible sería hervir previamente la leche con canela y una corteza de limón, como cuando haces leche merengada, porque el toque de canela con la manzana tiene que ser delicioso. Será que estamos escribiendo este post justo antes de la hora de comer, porque nos está entrando un hambre... ;-)