Bizcocho de queso fresco, avena y panela

Publicado el 09 abril 2020 por Miguel Carvajal @2caminostienes

Sigo con la colección de bizcochos, y esta vez le toca a la avena, otro de mis ingredientes preferidos. Además, esta receta se elaboraba originalmente con yogur de limón, pero coincidió que tenía un queso fresco demidesnatado de los que hago en casa que, a causa de los experimentos, no me terminó de cuajar, y se me ocurrió en el último momento que un buen final sería pasar a formar parte de este bizcocho en lugar del yogur natural. Además, en casa no somos muy fans del aroma a limón en los bizcochos. Así que dicho y hecho.
Me decanté por un molde típico de los rectangulares en lugar de usar el redondo que tanto me gusta. El resultado, un bizcocho súper jugoso (imagino que debido al queso fresco que utilicé), y con un sabor que por una parte es diferente, pero por otra, si te gusta la avena, advertirás enseguida. Debéis de saber que le di de probar a gente que no son muy de avena, y no supieron advertirla.
Y por último, comentar que, aunque la receta llevaba azúcar normal, yo la he sustituido por panela, un azúcar moreno de caña integral no refinado, del que si queréis saber mas, podéis leer la entrada «¿Que es la panela?» que publiqué hace unos días. Con todo esto, si os fijáis, todos los ingredientes son lo mas naturales posibles, así que este bizcocho, se ha ganado un puesto en la sección «Recetas Fitness».
Ahora si, a preparar los ingredientes.
Ingredientes:
  • 200 gr. de Harina de avena
  • 250 gr. de Queso fresco semidesnatado (se puede sustituir por 2 yogures blancos o de limón)
  • 3 Huevos M
  • 100 gr. de Panela (lo puedes sustituir por azúcar normal)
  • 15 gr. de Levadura Royal (o cualquier impulsor químico similar)
  • 1 cs AOVE
Preparación:

Bien, empezaremos por poner en un bol los huevos y la panela (o el azúcar) y mezclamos muy bien con unas varillas, hasta que la mezcla empiece a espumar, y no queden grumos.
Añadimos el resto de ingredientes y mezclamos muy bien. Si quedase demasiado espeso (dependerá del queso fresco que usemos), podemos aligerarlo un poco añadiendo un pelín de leche.
Untamos de mantequilla el molde, en este caso de los clásicos rectangulares de 23-25 cm. y espolvoreamos un poco de harina.
Vertemos la masa en el molde y al horno, a 180º, calor arriba y abajo, durante aproximadamente 40 minutos, o hasta que salga el pincho limpio, ya sabéis... dependerá de vuestro horno.

Y por último, sacar y dejar enfriar, para posteriormente desmoldar, y degustarrrrrrrr! :D

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