Bizcocho enrollado relleno de nata

Por Marisma

Una simple base de bizcocho y relleno de una buena nata puede ser el mejor bocado del mundo. Y como a mi marido lo de la trufa, el chocolate y demás no le hace nada de gracia y la nata le encanta, de vez en cuando le concedo este dulce deseo de degustar uno de sus dulces preferidos, que son muy pocos, y es la nata.

*La nata la tendremos en la nevera con antelación para asegurarnos de que esté bien fría a la hora de montarla

INGREDIENTES

-4 huevos

-70g de azúcar

-70g de harina

-almendras laminadas

-un brik de nata para montar 35% materia grasa (200ml)

PREPARACIÓN

Lo primero hacemos el bizcocho. Encendemos  el horno a 180º para que esté caliente a la hora de meter el bizcocho. En un cuenco grande montamos las claras con un pellizco de sal a punto de nieve muy firme con la varilla de mano o eléctrica.

Cuando estén blancas y espumosas pero no montadas del todo añadimos el azúcar para el bizcocho y seguimos montando hasta que estén bien montadas. Añadimos las yemas y ahora ya movemos con la varilla de mano con movimientos envolventes y despacio para que no se bajen.

Ahora ponemos la harina para el bizcocho y volvemos a mover con cuidado hasta que esté bien integrada y sin grumos. Nos quedara una masa espumosa.

Ponemos un papel de horno sobre la bandeja del horno y extendemos bien la mezcla procurando que quede del mismo grosor por todos lados. Yo tengo un molde de silicona y es lo que he utilizado.

Ahora espolvoreamos las almendras fileteadas por encima y cuando el horno haya alcanzado 180º introducimos el bizcocho en la ranura del centro. Lo tendremos unos diez minutos y estará cocido. Estaremos atentos pues al ser fino se cuece enseguida y no queremos que quede tostado o se romperá al enrollarlo.

Dejamos unos cinco minutos para que se pase ese calor inicial pero que aún esté caliente, ponemos la bandeja del revés sobre un paño limpio de algodón y lo separamos del papel de horno. Enrollamos sobre el paño, las almendras fileteadas deberán quedar en contacto con el paño de cocina para que se vean en el efecto final.

Lo dejamos  así enrollado sobre el paño hasta que se enfríe, que no tarda mucho, una media hora. Ahora iremos montando la nata. En el cuenco de la amasadora que habremos limpiado de la masa del bizcocho ponemos la nata que estará bien fría. La montamos bien a velocidad alta. Cuando aún no esté montada del todo le ponemos una cucharadita de postre de azúcar y seguimos batiendo hasta que esté muy bien montada.

Desenrollamos el bizcocho y cortamos todo a lo largo una tira fina para que quede bien igualado. Extendemos la nata, bien con una cuchara o bien introduciendo la nata en una manga pastelera y extendiendola bien por toda la superficie del bizcocho.

Enrollamos de nuevo sin presionar mucho y decoramos al gusto con montoncitos de nata y guindas, frutillas o lo que más nos guste. Metemos a la nevera hasta la hora de servir.

Un dulce muy fácil de preparar y la mar de bueno.