Bizcocho Especiado con Nueces de Macadamia

Por Iireenee Grqg

¡Buenas noches!
Sé que es un poco tarde para publicar recetas y que llevo una semana bastante ausente, pero no podía cerrar el fin de semana sin compartir con todos vosotros esta delicia!!
Y gracias que puedo compartirla, porque este fin de semana ha sido uno de los más frustrantes, reposterilmente hablando, ¡¡¡de toda mi vida!!!
¿Por qué? Por el maldito queso mascarpone. Sí, sí. Veréis, os cuento:
Yo tenía un montón de proyectos para publicar este fin de semana en el blog. Hice unos cupcakes que desde que los vi en The Hummingbird Bakery, deseé hacerlos. Todo iba bien hasta que decidí ponerle mascarpone en lugar de Philadelphia a la crema y... ¡Tachán! Se me cortó! ¿Por qué? No lo sé. Quizás sobrebatido... Aunque el caso es que se los comieron igual, no me gustó como quedaron para el blog, por lo que prometo repetir la receta y volver a subirla.
El otro chasco llegó con la tarta de queso que le hice a mi padre por su cumpleaños ayer también. Como parece que ha sido el fin de semana del mascarpone en mi casa, decidí hacer una combinación de tarta de queso con brownie. Todo iba bien al principio, lo prometo. La capa de galleta, la de brownie y encima la de queso... Y, tras 70 minutos de horno, cuando ya se estaba tostando la superficie y me daba miedo quemarla, la saqué del horno a sabiendas de que no estaba hecha pero confiando en el señor frigorífico para asentarla.
Nada más lejos de la realidad. Esta mañana me he puesto a cortarla para hacerle las fotos y... marea de queso mascarpone al canto. El brownie estaba perfectamente horneado, pero el centro del queso estaba líquido (aunque los bordes sí estaban cuajados), por lo que la tarta se me ha "desinflado" en el medio. ¡¡¡¡Qué decepción!!!! Imagino que habrá sido cosa de la consistencia más grasa del mascarpone, que tarda más en cuajar, por lo que la próxima vez lo combinaré con Philadelphia a ver que tal.
Aunque bueno, he de decir que nos la hemos comido igual casi con pajita, porque estaba... Os lo contaré cuando la repita.

Tras semejante fin de semana de frustraciones en la cocina me ha entrado el pánico, porque se me acababa el tiempo y no tenía nada que compartir con vosotros. Estaba incluso empezando a dudar de mis habilidades, pensando que mi mano para los dulces me había abandonado, cuando me ha venido a la cabeza el otoño, el frío, la lluvia y los bizcochos calentitos. Y, ¡manos a la obra me he puesto!
Como podéis ver lo que ha salido es un bizcocho. Sin más. Bueno, sin más no... Porque tiene sabor a frío, a otoño, a lluvia e incluso un poquito a Navidad. ¿Por qué? Porque lleva jengibre. Y canela. Y sabe a las dos cosas y el sabor de una no mata al de la otra. Y después de todas las catástrofes, me ha dado una alegría inmensa ver que el bizcocho ha salido perfecto.
Ahora que al despertarse por las mañanas ya va apeteciendo un vasito de leche o un café bien caliente, no hay mejor acompañamiento para él que un bizcocho como éste.

Como ya sabéis por alguna que otra receta de bizcocho que he publicado como éste de Miel y Nueces, ¡¡me encanta ponerles frutos secos!!
En este caso he usado unas nueces de Macadamia que tenía por ahí dando vueltas y el contraste entre el bizcocho ligero y las nueces crujientes es espectacular!
Además tiene ese toquecito algo picante del jengibre (al que me acabo de hacer adicta) que combina muy bien con la tradicional canela, haciendo que tanto el olor como el sabor sean irresistibles.
Aquí tenéis la receta:

BIZCOCHO ESPECIADO CON NUECES DE MACADAMIA
Receta de My Sweet Cakeland
Ingredientes:
  • 100 ml de aceite de oliva
  • 190 g de harina
  • 80 g de azúcar moreno
  • 20 ml de Sirope de Agave (Si no tenéis, poned 100 g de azúcar en lugar de 80)
  • 3 huevos
  • 60 g de nueces de Macadamia picadas
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 40 g de yogur natural desnatado
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 1/2 cucharaditas de jengibre molido
  • 1 cucharada de canela molida.
Elaboración:
1. Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo y preparamos un molde rectangular (de loaf) engrasándolo con spray desmoldante o mantequilla.
2. Comenzamos mezclando el azúcar y el sirope con el aceite hasta que no queden grumos de azúcar.
3. Añadimos los huevos de uno en uno hasta integrarlos por completo.
4. Añadimos el extracto de vainilla y las nueces y mezclamos bien.
5. Añadimos la harina tamizada junto con la levadura y el jengibre y también el yogur. Mezclamos muy suavemente y sin excedernos para que no se nos quede un bizcocho duro y correoso.
6. Separamos un poco de la mezcla en otro bol y le añadimos la canela.
7. Ponemos la mezcla sin canela en el molde y después echamos la que tiene canela por encima. Con ayuda de un palillo o una cucharilla, hacemos remolinos para mezclar ambos colores y darle un efecto marmolado.
8. Horneamos durante unos 25 minutos o hasta que al pinchar el palillo salga limpio.
7. Dejamos que se temple un poco en el molde y después lo pasamos a una rejilla para que termine de enfriarse por completo.


¡Ahí la tenéis! Para desayunar algo sanito y diferente por la mañana
¡Más dentro de poquito, lo prometo!
¡Besotes!