Basado en la receta de Pablo Martín pero con algunas variaciones: margarina de maíz en lugar de mantequilla, una cucharadita de café en polvo (por esa razón, aun habiendo usado harina blanca de trigo, el bizcocho ha salido más oscuro de lo habitual) y una pizca de semillas de vainilla (con el café ni se notan, ¡pero supongo que toda piedra hace pared!).
La próxima vez: tengo que probar a sustituir el huevo por harina de maíz + bebida vegetal, y prescindir de la levadura si fuera posible (cuanto más autárquica sea la receta, mejor). Es difícil igualar el sabor que proporcionan el huevo y la mantequilla, pero si uno prueba y prueba, se pueden obtener resultados más que aceptables.