Si ayer predecía que muchos me colgarían del palo más alto por mi opinión sobre Blade Runner, cuando hoy lean, si es que siguen leyéndome, que Blade Runner 2049 me ha gustado más y me ha parecido mejor película que su predecesora, querran quemarme en la hoguera directamente.
Porque si Blade Runner, en la revisión que le he dado hace unos días, me pareció aburrida y tirando a simple, su continuación me ha encantado y me ha parecido de lo mejor que he visto en lo que va de año. A casi todos los niveles.
Sin duda era una opción arriesgada no apta para cobardes. Tocar un clásico como Blade Runner, amada e idolatrada por el grueso de los aficcionados al cine, podría encumbrar al director que osase meterle mano o soterrarlo bajo una montaña de críticas de donde, quizás, no conseguiría salir nunca.Por suerte, el encargado de tan titánica tarea ha demostrado que de esto de hacer cine y dirigir sabe un rato. Lo demostró con la excepcional La Llegada, cinta que debería haberse llevado de calle los premios principales en la gala de los Oscar de este año. Pero es que ya lo había hecho antes con la magnífica Sicario y la recomendable Prisioneros. Curriculum no le falta.Desde el primer momento Blade Runner 2049 deja claro al espectador que, en lo que al apartado visual se refiere, está a punto de ver un auténtico espectáculo, que se ve además reforzado por un trabajo de montaje y edición de sonido de traca. Atentos a estas categorías a lo largo de la próxima temporada de premios.Pero más allá de eso Villeneuve utiliza esas casi tres horas de metraje para contarnos una historia magnífica, mucho más profunda y plagada de detalles de lo que hizo Ridley Scott en la primera película. La historia de un hombre/máquina en busca de su identidad, de su lugar en el mundo; el replicante que ejerce de Blade Runner convertido en un paria en un mundo en el que, los humanos le desprecian por no ser uno de ellos y los suyos le temen y le odian por darles caza. En esta ocasión el director sí aprovecha la oportunidad para plantear las cuestiones éticas y morales que se echaban de menos en la primera parte. El valor de la vida de las máquinas con conciencia y sentimientos, sus derechos, sus inquietudes... mucha tela que cortar.Para más inri, Villeneuve es sumamente respetuoso con el original, manteniendo sus cánones de estética y continuidad a la historia pero sin dejar de imprimirle su propio y personal estilo. Chapeu Monsieur Denis.Además, para redondear el trabajo, contamos con un reparto de auténtico lujo, en el que aparte de recuperar a los protagonistas de la primera entrega, se le suman algunos de los actores más en forma del momento como es Ryan Gosling o Jared Leto y otros artistas de la talla de Robin Wright, Ana de Armas o Dave Batista.Nos encontramos ante una de las grandes películas de este año y que, sin duda, estará muy presente en las galas de premios en un futuro no muy lejano.Con todo, la película no es perfecta ni mucho menos. Hay momentos en los que la falta de ritmo y el exceso de metraje le pesan, pero sabe recobrar el rumbo enseguida sin llegar a aburrir en ningún momento.Lo mejor: Su vocación de espectáculo audiovisual, siempre respetando al clásico de los ochenta. Ana de Armas. Profundiza allí donde Blade Runner no lo hacía. El magnífico trabajo de fotografía y producción artística. Tiene planos que se quedan en la retina.Lo peor: Por momentos pierde el ritmo y esto sumado a su larga duración puede hacer que alguno pegue alguna cabezadita.Nota: 8/10La frase: " A veces, para amar de verdad a alguien, tienes que ser un extraño"Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1856101/