Una hermosa niña, Blancanieves, se refugia en el bosque, en la casa de siete enanitos, para esconderse de su madrastra, la malvada Reina. La Reina está celosa porque quiere ser conocida como «la más bella del mundo», y la belleza de Blancanieves la supera.
Es interesante como tratan el concepto de belleza en el film, ya que no es un elemento puramente estético, que podría verse totalmente normal en los estándares del siglo XIX y los años treinta. En esta nueva versión, se compara la belleza física de la antagonista con la belleza interior y el buen corazón de Blancanieves, haciendo una bonita lección de humildad, compasión y justicia para los jóvenes espectadores y ayudándoles a crecer mejor como personas y no idealizar tanto el físico que ha ido deformando la sociedad de consumo. Además, en esta nueva ya no existe un misterioso Príncipe Azul que puede solucionar cualquier relación. En su substitución, Cressida Wilson escribe a un personaje encantador, Jonathan, líder de unos bandidos que luchan por la resistencia a la reina y a favor del antiguo rey desaparecido. La construcción de Jonathan es bastante tierna y, aunque no tiene mucho trasfondo, consigue que caiga bien y que la relación con Blancanieves se siente más natural y sana. Por desgracia, el resto de su grupo de bandidos se sienten algo fuera de lugar. Tienen sentido en la historia, pero tienen una construcción bastante pobre y no terminan de encajar, probablemente siendo uno de los males de las múltiples reescrituras y reshoots que ha sufrido la cinta. En general, la trama de “Blancanieves” funciona como aventura de escape y revolución. Sigue el relato clásico y aporta nuevos elementos y cambios que mejoran la percepción de algunos puntos que envejecieron regular, pero a la vez intenta construir algunas tramas y situaciones que se perciben algo forzadas y que salen un poco de la nada. Funciona, pero no revoluciona en demasía.
La dirección corre a cargo de Marc Webb. Webb empezó su carrera tras las cámaras dirigiendo videoclips para grupos de música de todo tipo, desde Green Day a Miley Cyrus, pero no fue hasta 2009 cuando dirigió su primer largometraje, “(500) Días Juntos” (2009). Desde entonces Webb ha dirigido las dos entregas de Spider-Man con Andrew Garfield entre 2012 y 2014, “Un don excepcional” (2017) y “Canción de Nueva York” (2017), además de dirigir capítulos de decenas de series de televisión. A pesar de ser un trabajo de encargo, Webb hace un buen trabajo trabajando con la cámara, haciendo continuos movimientos de cámara, ya sea con grúas o travellings muy estudiados, aportando mucho dinamismo y haciendo bailar y flotar la cámara alrededor de sus personajes, reforzando la idea de musical de ensueño. También trabaja bastante bien las transiciones, siendo algo poco típico en producciones de este tipo, centradas en entregar una versión del clásico animado de turno con un estilo sencillo y apto para todo el mundo. Webb, en cambio, se esfuerza por entrelazar acciones entre un plano y/o secuencia con otro, aportando mucho ritmo y haciendo que la cinta sea entretenida en todo momento gracias al trabajo que hay detrás de las cámaras. La edición está muy cuidada y dejan paso a la narración y los encadenados sin querer alargar mucho el conjunto, cosa que es un total acierto. La dirección de fotografía corre a cargo de Mandy Walker. La cinematógrafa se encargó de la dirección de foto de films como “Lantana” (2001), “Australia” (2008), “La verdad” (2015) o las aclamadas “Figuras ocultas” (2016) o “Elvis” (2022), además de ya trabajar anteriormente para Disney fotografiando al live action de “Mulán” (2020). A pesar de que las imágenes de “Blancanieves” tienen cierta belleza y destacan por su bonita iluminación, dichas luces no tienen mucho sentido dentro del mundo presentado, entregando secuencias en las que el sol incide sobre los personajes y sus escenarios por distintos puntos, creando una iluminación total a su alrededor, siendo, sí, bonito, pero algo sinsentido. Por contrapartida, las secuencias nocturnas son las más bellas, donde Walker opta por usar insectos que ofrecen luz como refuerzos lumínicos, un elemento original y muy bello. Finalmente, comentar que la fotografía de los espacios se siente algo artificial, pero es más producto del CGI que de la propia directora de foto. Una pena.
El diseño de producción brilla cuando es tangible y goza de algunas construcciones o escenarios bien pensados, pero por desgracias abusa enormemente de los efectos visuales, creando un mundo que se siente del todo artificial y poco realista. La cinta abusa, también, demasiado de presentar animales bien cucos hechos por ordenador, como queriendo solventar los otros problemas de diseño entregando imágenes que puedan ser tiernas pero que en gran cantidad empiezan a chirriar. Lo mismo pasa con la creación de los emblemáticos Siete Enanitos. Todos están recreados por computadora y rozan el Valle Inquietante, sintiéndose entre cartoon y realista, ofreciendo un resultado de lo más extraño, a pesar de que los actores que les ponen voz hacen un gran trabajo. Los equipos de vestuario, maquillaje y peluquería brillan con todos los secundarios. Hay un trabajo nuevo creando un mundo alrededor de sus protagonistas, un reino con sus vestimentas y sus estilos de pelo y aspectos físicos que denotan que hay un buen equipo detrás. Por desgracia, dicho trabajo se diluye por completo cuando quieren recrear los estilos míticos de la cinta animada, haciendo que tanto los vestuarios de Zegler y Gadot como sus estilos de pelo se sienten totalmente artificiales y una recreación barata (y por qué no decirlo, cutre), de los estilos originales. Podemos aventurarnos a que fueron exigencias de la productora, ya que los demás personajes secundarios están bastante bien y eso denota un buen equipo detrás, pero dichas recreaciones diluyen el trabajo de dichos equipos.
La banda sonora corre a cargo de Jeff Morrow, quién tiene una gran experiencia en el mundo de la animación, el documental y algunas películas familiares. Morrow adapta la banda sonora original de Frank Churchill, quién compuso las partituras para este y otros grandes clásicos de la factoría Disney, como “Pinocho” (1940), “Dumbo” (1941) o “Bambi” (1942). La actualización de las canciones clásicas suena bastante bien y son la parte más destacable de la banda sonora. También los temas instrumentales son bastante bellos y acompañan la narrativa con éxito de forma agradable. En cuanto a las nuevas incorporaciones, Morrow tuvo ayuda de los letristas y compositores Benj Pasek y Justin Paul, quienes han compuesto canciones para musicales de los últimos años como “El gran showman” (2017), “Lilo, mi amigo el cocodrilo” (2022) o “El espíritu de la Navidad” (2022). Las nuevas composiciones son bastante pasables, pero, por desgracia, no llegan a brillar por su composición. Quizás, solamente las interpretadas por Zegler despuntan, pero las demás son algo mediocres, incluso son desmerecidas por culpa del talento musical de Gadot.En definitiva, “Blancanieves” es una interpretación live action del clásico animado que no consigue estar a la altura del producto original. Aunque narrativamente se haya actualizado e incluso mejorado algunos aspectos que chirriaban del relato adaptado en los años 30, termina siendo deslucido por culpa de sus interpretaciones, especialmente la de Gadot, el exceso de efectos digitales, un mundo diseñado de forma plástica y un vestuario que pretende imitar lo expuesto en el filme clásico sin acertar en la adaptación de la ropa. Por desgracia, ha sufrido tantos cambios que ha terminado siendo una especie de filme Frankenstein que aguanta gracias a su narrativa y la nostalgia por la cinta original.
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- ##check## Lo bueno
- El guion actualizado que ha transformado el clásico en una historia más adaptada a nuestros tiempos y poniendo en valor otro tipo de belleza.
La voz de Rachel Zegler sigue siendo una joya musical.
La dirección de Webb está sorprendentemente bien para ser un producto de encargo. - ##times## Lo malo
- Gal Gadot no sabe ni actuar ni cantar y consigue ser lo peor de la cinta.
El diseño de vestuario, maquillaje y peluquería para las protagonistas se siente super artificial.
El abuso de CGI en toda la cinta consigue que entre en el Valle Inquietante por la puerta grande.
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- Ambientación 5.5
- Tiene buenos diseños, aunque abusa demasiado de los efectos especiales y hacen desmerecerlos.
- Desarrollo de Personajes 6.0
- La actualización de las intenciones de la protagonista y el desarrollo de la misma es acertada.
- Argumento / Guión 6.0
- El guion cambia los aspectos que chirriaban más de la cinta original y eso hace crecer al relato.
- Banda Sonora 5.0
- Los temas originales siguen brillando por su calidad y los retoques hechos son muy acertados. Por desgracia, las nuevas canciones son algo mediocres.
- Entretenimiento 6.5
- Dura lo que tiene que durar y tiene buen ritmo. No termina de aburrir..
- Montaje / Innovación técnica 5.5
- Aunque la dirección de Webb y su montaje, destacando el movimiento y las transiciones, estén bastante bien, se ven ensombrecidos por la excesiva iluminación fantasiosa y digital de la cinta. Demasiado CGI.
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- Puntuación Total 5.5 / 10