Una de las razones principales por las que Breaking Bad es tan rematadamente buena es un hombre con bigote y gafas llamado Vince Gilligan. Él es el creador de la serie, el showrunner y el encargado de que el equipo de guionistas siga una filosofía particular: ellos solo conocen el punto A de la historia, y para llegar al punto B tienen que ponerse en el lugar de los personajes y escribir en base a como reaccionarían a los distintos acontecimientos. Ésto hace que el desarrollo de la historia y de los personajes sea en todo momento creíble y orgánico. El comportamiento y la solidez de la personalidad de los protagonistas (sumado a unas actuaciones brillantes) hacen que empaticemos muy pronto con los personajes y que nos metamos de lleno en la historia.
Breaking Bad es una serie de emociones fuertes desde el primer episodio, lleva la moralidad de sus personajes a donde ninguna otra. Sus niveles de oscuridad, tensión y violencia llegan a límites inimaginables con escenas capaces de acelerarte el pulso y dejarte con una cara de asombro al más puro estilo OMG Cat. Quentin Tarantino debe llorar en su casa viendo esta serie. Pero con la misma facilidad con la que sube de intensidad, lo que hace a Breaking Bad un drama brillante es su capacidad para saber bajar las revoluciones y avanzar con calma e inteligencia. Todos sus diálogos e incluso sus silencios son tremendamente relevantes, todo sucede por una razón y está explicado directa o indirectamente en boca de los personajes.
La dirección de la serie es sencillamente magistral. La elección de los paisajes, los interiores, la luz, los encuadres e incluso los colores están cuidados hasta el más minimo detalle y hacen que la serie sea visualmente muy estimulante. Detalles como colocar la cámara "detrás" de sólidos opacos o los infinitos usos del color verde no aportan nada sustancial para la historia, pero hacen que la serie tenga un estilo único y sea tremendamente atractiva a la vista.
Otra de las cosas que más disfruto de Breaking Bad son sus excentricidades y su nivel de detallismo. Los guionistas se atreven con todo tipo de recursos narrativos, utilizan la metáfora con una sutilidad deliciosa y se pueden dar lujos como perder a sus protagonistas 4 días en el desierto o dedicar un episodio entero a matar una mosca. Lo que ya es una marca de la casa son lo q yo llamo "los comienzos de episodio WTF?!": breves escenas antes de la presentación a veces bizarras, a veces tremendamente irónicas, con momentos cómicos para partirse de la risa o con flashbacks altamente informativos.
Podría estar hasta mañana enumerando todas las cosas que adoro de esta serie, pero creo que las más importantes ya están cubiertas. Nunca en este blog recomendé una serie con tanto fervor como lo estoy haciendo con ésta. No se pierdan Breaking Bad por nada en el mundo porque es televisión en su máxima expresión, espectáculo e inteligencia en proporciones estequimétricas para dar un resultado explosivo. No hay otra igual.
Mañana comentaré la 3ra temporada exclusivamente, me pareció correcto hacer dos entradas separadas para que los insensatos anteriormente nombrados también puedan leer cuan loco estoy por esta serie.
PD: Blogger por fin actualizó la forma de diseñar las plantillas de los blogs. La iré retocando poco a poco, pero de momento creo que quedo más bonita que antes. ¿Opiniones? ¿Sugerencias?