Cambio climático y blanqueamiento de arrecifes de coral según Jordi Cornadó
De acuerdo a lo que explica Jordi Cornadó, el proceso de blanqueamiento es algo que normalmente tiene lugar como consecuencia de la acción de agentes contaminantes, el exceso de luz solar o una temperatura inusualmente alta en las aguas. Estos aspectos son los que acaban generando que los arrecifes de coral expulsen algas simbióticas de sus tejidos, siendo estas las que los vuelven de un color más blanco.
Algo que se debe tener en cuenta, según explica Jordi Cornadó, es que este proceso no necesariamente mata a los corales, debido a que, si las condiciones mejoran rápidamente, muchos de los corales pueden ser colonizados nuevamente por las algas y volver a recuperarse posteriormente. No obstante, sin las algas, que son su mayor fuente de alimento, puede pasar que los corales se vuelvan cada vez más débiles y, por lo tanto, más propensos a enfermarse. Por eso, si las condiciones no mejoran velozmente, los corales mueren.
La frecuencia, un problema que llega con el cambio climático
Dicho lo anterior, explica Jordi Cornadó, el problema que se está afrontando en la actualidad es que el blanqueamiento se está dando con tal frecuencia y en niveles tan extremos, especialmente en las costas de Australia, que los corales no tienen la oportunidad de recuperarse, lo que les lleva a enfermarse. Es esta situación lo que está modificando considerablemente la estructura misma de la Gran Barrera de Coral.
En esta Gran Barrera se han visto un total de cuatro importantes fenómenos de blanqueamiento en un corto período de menos de 20 años, en los años 1998, 2002, 2016 y 2017. Esto es lo que está llevando a que se produzca una rápida reducción de los corales, como así también a cambios en la mezcla de las especies. Es necesario tener en cuenta que a las especies que crecen más velozmente les puede igualmente llevar una década o algo más para recuperarse de la forma esperada.
Según los especialistas como Jordi Cornadó, los últimos blanqueamientos han sido los peores en términos de intensidad que se han visto en mucho tiempo. Estos afectaron fundamentalmente la parte norte del arrecife, matando a una media que se estima en el 67% de los corales en secciones irregulares en un tramo que alcanza los 800 kilómetros. Además, todos estos daños se han dado en un tiempo inferior a un año, que es algo que no se había visto anteriormente.
Un problema que requiere atención global, según Jordi Cornadó
El problema mencionado anteriormente es algo que ya trasciende a la Gran Barrera de Coral de Australia. Es, según Jordi Cornadó, algo que se está dando en todo el mundo. Los corales, hoy, suponen el hábitat de un cuarto de los peces que habitan en el mundo y se estima que más de 500 millones de personas dependen de forma casi exclusiva de los animales marinos como su principal fuente de proteínas. Además, los arrecifes de coral protegen las costas, reduciendo los oleajes que pueden ser provocados por las tormentas. Por eso, el calentamiento global que se viene viendo especialmente a lo largo de los últimos años y que pone en riesgo a los arrecifes, cuenta Jordi Cornadó, pone en riesgo, también, a miles de especies de animales marinos y a millones de personas.