Él es Eduardo Monzón, uno de los patas caliente enamorado de Venezuela
Hace rato que tenía ganas de hacer esta lista. No es exclusiva y seguro se me quedará alguno por fuera, pero antes -y con antes quiero decir hace cinco años, cuando yo comencé a escribir un blog sobre viajes- solo conocía a otra venezolana más que hacía lo mismo. Hoy son muchos los venezolanos que van por ahí contando sus historias en un blog, haciendo viajes maravillosos y para mí siempre es un descubrimiento feliz tropezarme con sus letras, las ideas y los anhelos; sobre todo con el afán de contar todo lo que se pueda de nuestro país. Los que menciono aquí los leo siempre, a algunos ya los he conocido en el camino. Ojalá la lista crezca.
La pequeña comeflor. Es el blog de Arianna Arteaga Quintero, mi amiga bellísima y a quien conocí hace ya varios años porque nos quisimos al sabernos patas caliente de profesión. Hace rato que no lo actualiza, pero ahí ha vaciado muchas de sus emociones. Tiene también este canal en You Tube.
Los cuentos de mi tierra. Aunque Érika Paz tiene un programa de televisión que lleva ese mismo nombre, de tanto en tanto va dejando en su blog otra parte de sus cuentos. La quiero tanto que no me cabe contarlo aquí. Leerla es una delicia, un cúmulo de historias interminables.
Uno no vive, uno arde. Lo primero que leí aquí fue un viaje a Morrocoy y luego me perdí en todos los caraqueñismos que Dilmer Duno tenía para escribir. Nos conocimos en un parque de diversiones, una tarde cualquiera. Le va a dar pena verse aquí y reconocer que tiene rato que no escribe en el blog.
Comiéndome el mundo. Silvia Dubuc escribe su blog en español e inglés y eso me encanta. Entrar allí es siempre encontrarse con un nuevo rinconcito que ella ha ido a ver con curiosidad. Supongo que escribe a la misma velocidad con la que habla cuando nos tomamos un café.
Venezuela con mochila. Gustavo Celis ha roto con los muros mentales que muchos se colocan para viajar por el país. Se pone su mochila, no planea mucho y se va a recorrer lo que le provoque: pide cola, acampa, cree. Luego, todo lo cuenta en su blog. Él sabe cuánto lo quiero, porque siempre se lo digo.
La vida es 1 viaje. Es el blog de Santiago Garrido y lo escribe desde Budapest, Hungría. Somos amigos y sé que tiene muchas historias por contar, más de las que ha escrito. Además, es fotógrafo.
Andamos de viaje. Jorbe y Luis David agarraron sus mochilas y se fueron lejísimos a vivir sin prisa y buscar historias. Son el ejemplo real de cómo viajar por mucho tiempo y sobrevivir al control de cambio. Escriben bonito, alucino con sus fotos y están ahora en Panamá.
The world we travel. Mariana y Víctor son unos enamorados de Venezuela y los viajes; por eso se dejaron de tonterías y le dieron forma a este blog que está lleno de historias y fotos bonitas. Escriben desde Nueva York y siento que colocan sus sonrisas en cada palabra.
Crónicas cambiantes. Si alguien sabe vaciar sus emociones mientras escribe es Eduardo Monzón, que no omite detalle en lo que cuenta, que se emociona y lo transmite. Es un viajero de naturaleza. Lo quiero por eso y porque se le ocurrió la idea de que podíamos viajar juntos.
Yoendry. Así, a secas, como su nombre. Siempre va por ahí con su cámara a cuestas, es famosísimo en Instagram por sus fotos, cuentos y su afro; pero hizo caso y al fin abrió un blog en el que escribe con cercanía y al que le está poniendo cariño. Es mi maracucho querido.
Algo Distinto PDE. El camino lo comenzaron tres, junto a Lupe -la pincher miniatura-, pero hoy siguen en la ruta Gabo y Carmen. Hace varios meses comenzaron un viaje en kombi desde Caracas y están recorriendo Latinoamérica; buscando historias migratorias. Esas y las propias las van contando en el blog junto a un montón de fotos hermosas.
Quién dijo lejos. A Johan Ramírez siempre se le ha dado bien eso de escribir y viajar. No para y sé que le inquieta mucho siempre conseguir las palabras adecuadas. Una vez nos fuimos juntos a Río de Janeiro. Tiene demasiadas historias por contar.
Si eres venezolano, tienes un blog de viajes y no estás aquí,
solo déjame un comentario ¡y seguimos viajando!