Este año quise hacer lo mismo, pero bien preparado, ya que la otra charla fue improvisada y no sabía ni la mitad de lo que he ido aprendiendo desde entonces. Contacté con la profesora Rocío Palomares y, después de un par de correos, pudimos concretar una fecha. Hice un pequeño guión acerca de lo que quería hablar y lo demás fue coser y cantar.
Empecé la charla con una pequeña introducción sobre la web 2.0, en la que explicaba la evolución de los roles del usuario de la red, y la relación de los traductores e intérpretes con los recursos que existen en ella.
Luego expuse mi caso, en el que explicaba por qué había empezado a escribir el blog. Hable de la desinformación que hay sobre la carrera antes de empezar. También comenté el hecho de que quería ofrecer una visión objetiva acerca del nuevo plan de estudios al que nos estamos enfrentando y que todo el mundo conocía como el Plan Bolonia; además quería contar mis vivencias a lo largo de estos cuatro años de carrera.
Después, hablé acerca de las ventajas que te podría ofrecer un blog, como la mejora en la redacción que había observado en mi caso; la relación entre estudiante y profesional, en la que puedes conocer cosas de primera mano; y, por último, el poder conocer cómo es y cómo está la situación en otras universidades. También mencioné algunos inconvenientes que tienen los blogs, que principalmente toman la base de la investigación, el tiempo y el esfuerzo, aunque se llevan bastante bien.
Luego hubo un turno de preguntas en el que los alumnos pudieron exponerme las dudas que le ocupaban personalmente o hacia mí. Hubo una pregunta bastante interesante, y que se unía con un punto de mi charla en el que hablaba de que había que exponer temas útiles e interesantes para la comunidad, y que fueran de actualidad, ya que hablar de la cancelación de las becas MEC o de los recortes en Educación dentro de ocho meses no tiene sentido. La pregunta era que si no me consideraba, en parte, periodista. En realidad, creo que un periodista acaba siempre creando una historia, plasmada en papel o en una pantalla, pero lo que hace un bloguero —al menos, yo trabajo así— es diferente. El bloguero se puede inspirar en ciertos temas, pero al final el texto es totalmente original. Otras preguntas incluían las formas de documentación que usaba —solo internet, la verdad—; si había pensado en otro formato para el blog, como el videoblog; o si había conseguido trabajo a partir del blog.
Otra pregunta, y es con la que me voy a despedir, trataba sobre qué va a pasar con el blog cuando termine la carrera, es decir, cuando ya no sea un futuro traductor. Os contesto a partir de ya: aunque sea un gran, gran proyecto, quisiera reunir las entradas más útiles en un libro, que también incluirá entradas inéditas que no me hayan dado tiempo a escribir en este blog.
Agradezco a Rocío Palomares, profesora de Documentación, y a todos sus alumnos por haberme dejado enseñarles un poquito de todo lo que he ido aprendiendo: la verdad es que he sentido que sí, que vale la pena todo lo que hago.