Argumento
A decir verdad, Paradise también cruza los dedos por poder encontrarse allí a Craeg, un vampiro civil que fue a solicitar el formulario de inscripción mientras ella trabajaba de recepcionista en la mansión donde el Rey recibe audiencias. Por su parte, Craeg, perteneciente a lo que podríamos llamar "clase obrera" vampira, tiene muy claro que va a pasar las pruebas de la Hermandad sí o sí y esa recepcionista tan amable y preciosa no puede convertirse en una distracción. De hecho, las pruebas de acceso ideadas entre Butch y V son tan difíciles que los jóvenes llegan a pensar si realmente no valorarán como aceptable que haya un par de muertes en el proceso.
En otra zona de Caldwell, en Lugar Seguro, la institución para vampiras maltratadas que dirige Marissa, aparece una vampira terriblemente golpeada, puede que el peor caso que haya llamado a sus puertas. Ante la imposibilidad de que el equipo médico de la Hermandad vaya allí, a Marissa no le queda más remedio que recurrir a su hermano, Harvers, con quien aún mantiene una mala relación que le lleva a reflotar el dolor de cuando éste la expulsó de su casa y cortó lazos con ella. Al menos cuenta con apoyo de sus amigas, como Mary, y de su amado Butch que entre clase y clase con los nuevo reclutas le ayudará a averiguar quién dañó así a esa vampira rememorando sus años de policía humano.
ReseñaNo es de extrañar que la pareja que recupera en este libro sea la de Butch y Marissa, protagonistas del ya lejano cuarto libro de la saga, Amante confeso, porque el paralelismo con Craeg y Paradise es muy evidente. Por parte de ellos, ambos tienen un origen humilde, vivieron cosas horribles y no se sienten dignos de las mujeres de las que se enamoran. En cuanto a ellas, las dos proceden de la glymera y están cansadas de ese pedestal de oro tan restrictivo.Diría que el libro va de más a menos en las tres tramas que abarca: la relación de los jóvenes, la relación de los veteranos y el misterio de la vampira brutalmente golpeada. Vamos por partes.A Paradise y Craeg los conocimos brevemente en The shadows y ahí la chica ya mostró interés en apuntarse a las clases de la Hermandad. Aunque no le golpearon directamente los ataques, sí que perdió a amigos y familiares. No es de extrañar que la idea de dedicarse a preparar bailes y festivales esperando a que le endosen un marido no la apasione estando en plena guerra por la supervivencia. Y no sólo eso, la chica quiere ser algo más y encontrarse a sí misma y nada como salir de la zona de confort para ello ¿no? Es un poco lo que le pasó a Marissa en su momento sólo que la joven lo hace por voluntad propia y ella se vio forzada por cortesía de su hermano. En definitiva, una protagonista decidida, fuerte, amable e inteligente que gustará mucho. Quizás sea de las mejores protagonistas femeninas que ha creado la autora hasta el momento.En cuanto a Craeg, el chico tiene su triste pasado consecuencia de aquellos ataques de los restrictores y le mueve la venganza contra ellos pero no sólo, también tiene cuentas que ajustar contra ciertos miembros de la glymera extendiendo su desprecio a toda la clase aristocrática. Ya se sabe que el exceso de odio puede llegar a envenenar a alguien y hacer perder de vista lo más importante. Aparte de esto, la verdad es que aunque es majo y tiene muy buenos momentos, el chico se me ha quedado un tanto plano y anodino.La pareja que forman ambos es muy pasional. Me gusta que sea ella la que tome la iniciativa, la que tenga tan claro qué quiere y a quién quiere, no es ninguna virgen inocentona y le importa un pimiento lo que la glymera tuviese que decir si se descubre su relación con un cualquiera. Claro, queda la duda de qué pasará cuando Craeg descubra que ella es nada menos que la hija del Primer Consejero del Rey. Sabemos que habrá pelea y queda la duda de cómo se resolverá todo al final. Aquí es donde digo que su trama decae porque el conflicto entre ambos se resuelve muy fácilmente y de manera un tanto precipitada. Esperaba que el asunto tuviera un clímax y una emoción que no llega a alcanzar aunque no tengan un final malo, ni mucho menos.Por parte de Butch y Marissa, me encanta cómo se profundiza en su relación y cómo avanza ella especialmente. No sólo se debe volver a enfrentar a la glymera en uno de sus festivales, sino que reflexiona sobre lo que siente por su hermano y tiene el deseo de que Butch también la baje de esa especie de pedestal en que la tiene, algo que en cierto modo la separa de él. Cómo enfrentan estas situaciones en pareja tiene un enfoque perfecto: lo hablan, entienden el otro punto de vista, se apoyan y prometen mejorar. Butch trabaja en ciertos prejuicios que arrastra desde siempre y Marissa da varios pasos adelantes y, recordando que había quienes en su momento no la tragaban, creo que con lo que avanza aquí ya no habrá nadie que la pueda seguir odiando. Si no es por esto, seguro que es por cómo se enfrenta al asunto de la vampira golpeada y la fuerza, resolución y entereza que muestra para resolver su historia. Hablando de esto precisamente, la vampira golpeada aporta un toque de misterio detectivesco que le da un punto diferente al resto de la saga. Lo malo es que, de las tres tramas del libro, es la que tiene la resolución más floja de todas. Por otro lado, tanto su trama, como la misma existencia de Lugar Seguro, como los menosprecios a Paradise sobre que ella no podrá pasar las pruebas, que su lugar no está ahí, ayudan a reflexionar sobre el machismo de la sociedad, en principio la de los vampiros, pero por extensión la nuestra en que situaciones así son vividas a diario por miles de mujeres en todo el mundo.Uno de los puntos que me genera dudas del libro es el enfoque de las pruebas para la selección de reclutas. Llegan unos 60 y acaban pasando sólo siete de duras que son. Sin muertes, claro, y salvando mucho las distancias me hizo pensar en Los Juegos del Hambre. Cuando se dio el primer entrenamiento en que además de John conocimos a Blay, Qhuinn y Lash no hubo esas pruebas y, además, llegaron siendo pre-trans mientras que aquí todos ya han pasado la transición a vampiros. Si la idea es maximizar las tropas para enfrentarse a los restrictores, como estrategia me parece un poco floja aunque desde el punto de vista de la autora lo entiendo para que el número de personajes fuese abarcable. Es más ¿Qué fue de los que quedaron de aquella primera fase de entrenamiento? No recuerdo que se dijera nada en libros anteriores y dudo que todos los compañeros de John y cia. muriesen en los ataques.Por contrarrestar ese punto flojo, el libro tiene unos momentazos geniales, a destacar los protagonizados por el maravilloso y descacharrante Lassiter pero también una parte muy concreta en que las mujeres de la mansión se encierran en la sala de proyecciones a pasar una "noche de chicas" viendo Magic Mike y lo que eso supone para sus respectivas parejas. Muy divertido, de verdad. Si este spin-off va a tener más momentos así los voy a devorar uno tras otro. Se agradece que recupere el tono de humor, de camaradería entre todos e incluso de momentos un poco "costumbristas".En comparación con el rumbo que ha tomado la saga principal, lo limitado de los puntos de vista y subtramas se agradece mucho aunque ya despierta el interés por otros personajes que irán ganando relevancia seguramente en los siguientes como Peyton, Axe o Novo. Especialmente interesante me ha parecido esta última, una chica muy fuerte, buena compañera, abiertamente bisexual y con una sorprendente tendencia a hacer de casamentera. Nada de absurda rivalidad entre chicas con Paradise. Un gran punto positivo aquí.En definitiva, un muy buen libro, muy entretenido, que regresa un poco al estilo de los primeros de la Hermandad al ser más sencillo y tener menos hilos a los que prestar atención. Si no fuese por los cierres un poco flojos de las tramas que lo conforman, sería perfecto.