Hidetaka Miyazaki, director de Bloodborne, en una entrevista reciente habla sobre la difícil decisión de hasta donde debía llegar el nivel de violencia y terror en el juego.
“Hubo muchas cosas a las que tuvimos que rebajar el tono de violencia. Bloodborne está ambientado en un mundo de pesadilla y hay que representar ese error. Así que hay aspectos que se te pueden ir de las manos. ¿Dónde pones los límites de lo que hay y no hay que mostrar?”
“Es algo que tuve que trabajar mucho durante el desarrollo. Quise ir un paso más allá en cuanto al horror mostrado en la saga Souls, pero hay que tener cuidado de hasta dónde llegas, y eso es algo en lo que Sony nos ha ayudado mucho. Hablamos mucho de dónde estaba la frontera de lo terrorífico y lo horrendo; lo que habría sido de mal gusto”.
Esto no significa que el juego no tenga el ambiente malsano que destila: “Cuando atacamos a las criaturas y fluye la sangre, se ha ajustado de manera que dicha acción se exprese de un modo más artístico que terrorífico; es algo simbólico. Está representado de la manera que lo haría en una pintura, no de manera fotorrealista. Eso mantiene el sentido del terror sin llegar a ser gratuito”.
Bloodborne llegará en exclusiva para PlayStation 4 el 25 de marzo.