Esta última obra de Allen almacena en el interior muchos de los mejores componentes que constituyen la filmografía de Woody. Hay lugar para términos medios y grises: Blue Jasmine es buena e incluso algo más que eso, pero queda bastante aislada de grandes proyecciones del creador de Match Pointy Manhattan, entre otras.El relato nos habla de Jasmine (Cate Blanchett), quien se hallaba acostumbrada a una vida que rebasaba de lujos. De buenas a primeras, nuestra protagonista (de excelente interpretación) se encuentra "en la lona”, sin hogar ni sustentos económicos, por lo que emprende viaje hacia San Francisco, hospedándose donde su hermana. Depresiva y recordando casi constantemente su antiguo buen pasar, no tiene otra opción que hacerse camino y comenzar de cero, con todas sus mañas de mujer rica.No vamos a descubrir nada al decir que Woody Allen es un perfecto contador de historias. Aquí vuelve a dar cátedra desde la estructura narrativa, esta vez intercalando la linealidad del relato con unos cuantos flashbacks intermedios que nos permitan entender y nos ilustren el pasado de Jasmine en Nueva York, con su esposo Hal (Alec Baldwin). El director tiene la particularidad de lograr que cada intérprete porte verosimilitud desde la actuación, como también ocurre en Blue Jasmine, algo que le otorga mucho sentido a sus proyecciones en cada situación que nos presenta. Las tomas, ciertos paneos y movimientos de cámara retratando el paisaje y el urbanismo propio de la ciudad, acompañados como de costumbre de una banda sonora elegante llevan el sello/marca registrada del guionista neoyorquino.
LO MEJOR:Cate Blanchett se come la película. Diálogos, fotografía, la filmación en sí. El estilo made in Woody Allen.LO PEOR:termina como una historia bien contada con una excelente protagonización de Blanchett y nada más. No deja la sensación de que la retendremos en la memoria.
PUNTAJE:7