Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Paco Bendezú (1928-2004), quien en los ochenta fue mi maestro de Poesía Italiana, compartió una vez más aquella noche su pasión por el blues. Estaba consciente de que enfrente había un auditorio entregado a su didáctica sapiencia. Pero iría aún más lejos: sembraría sin saberlo una secta de melómanos ávidos por el jazz y el blues.
La trémula melancolía que ofrece el blues, generalmente desde las cuerdas, arranca el alma y viene desde las profundidades del espíritu. Un blusero es -o debe ser- alguien irrefutable e irrepetible (por más que la melodía que interpreta parezca repetirse). Otra vez, como en otros géneros de la música, la influencia africana deja su semilla y no es casual que se trate de música y letras sentimentales, dolorosas y nostálgicas, todas ellas basadas en la espiritualidad (desde la yoruba hasta la cristiana, pasando por la santería). Ninguna como la raza negra para cantar sus tribulaciones.
Sin ánimo de enfrascarme en su dialéctica, debo enfatizar los otros aportes del blues a la música popular. Probablemente la antífona (dícese en la música popular de la llamada y respuesta), los melismas, el scat, el vibrato (recurso que, desde mi opinión, sirve para transportar la sensación de urgencia hacia la paciencia) y también el bend y el slide. Y la letra en el blues, que casi siempre es una conversación. Y aunque en un principio la pesimista inclinación de los letristas fuera vilipendiada por predicadores y sacerdotes, terminó asociándose familiarmente con el góspel. El blues cuenta con igual facilidad historias curiosas, humorísticas y sensuales.
En el blues hay para todos los gustos. Los hay de 16 compases, de progresión armónica 4/4 o de 12/8 y sus letras pueden terminar con el último golpe del décimo compás o en el primer del undécimo. Casi siempre resaltan la quinta, tercera y séptima y de acuerdo a la escala incluso pueden ser reemplazadas. Pero sobre todo el blues logrará tocar en la escala del alma notas de desolación, vivencias, añoranzas y deseo. El compás lo dictará cada uno.
El poeta Paco Bendezú, apenas finalizada su exposición en el Taller de Poesía que compartió con Washington Delgado y Antonio Cisneros en el Auditorio del BCR en Lima, se dejó convidar por un discípulo. Aceptó con una condición: había que pasar primero por su casa, a recoger sus discos de blues. Tres afortunados fuimos con él, en el auto del que sería nuestro anfitrión. Desde entonces he escuchado jazz y blues, tratando de descubrir los sonidos subterráneos que esconden técnicamente los ocho, doce o dieciseis compases, los acordes y las letras de una música de la cual seré dependiente todavía por el resto de mi vida.
Top 5 :
1.- What I Say - Ray Charles (1930-2004).- El genio creó el primer tema soul.
2.-Rock me baby - B.B. King (1925)- El mayor guitarrista vivo.
3.- Floyd´s guitar blues - Muddy Waters (1915-1983)- El padre del blues de Chicago, maestro del slide.
4.- Talk to me baby - Buddy Guy (1936) Una gran influencia para grandes músicos.
5.- Three o´clock blues - Eric Clapton (1945) Dícese de “Mano lenta” que es el cuarto mejor guitarrista vivo.
IMPERDIBLES:
Hit the road Jack – Ray Charles
Blues guitar jam – Eric Clapton/ BB King/ Buddy Guy
Walkin´ the dog – John Lee Hooker / John Rivers
All Over Again – BB King / Mark Knopfler
IGUALMENTE VALIOSOS:
Blues boys tune - BB King
Ball and Chain - Janis Joplin
Lay down Sally – Clapton / BB King
Kansas City – Muddy Waters