Bo Diddley nace en diciembre de 1928 en McComb (Mississippi), desde su infancia comienza a interesarse por el violín y la guitarra. Cuando tenía 7 años su familia se traslada a Chicago. En 1951 se inicia su carrera musical por las calles de la ciudad del viento, tocando en diversos locales de su zona y colaborando con artistas históricos del rock y el blues como Chuck Berry o Muddy Waters.
Pero no sería hasta 1954 cuando le llega su primera gran oportunidad fichando por el sello “Checker Records”, una subsidiaria de la Chess Records. Durante la década de los cincuenta graba espléndidos temas, siempre rodeado por músicos de altísimo nivel, como el pianista Otis Spann o el cantante Billy Boy Arnold. En 1958, sale a la luz su primer LP titulado “Bo Diddley”, toda una obra de culto que le lanzaría hacia el estrellato internacional.
Bob Diddley ha sido un músico con arraigadas raíces en el blues, góspel y rhythm & blues, estilos que combinó magistralmente para dar lugar a lo que más tarde se llamaría “rock and roll”.
Centrándonos en el álbum, impregnado de un maravilloso estilo funky, “The Black Gladiator” fue publicado por el sello Checker Records en 1970 e incluye 10 pistas. En 2012, sale a la luz una nueva redición en formato CD realizada por la casa discográfica Future Days.
El genial funk, hace acto de presencia en “Funky Fly”, con “I’ve Got a Feeling” y “Black Soul”, Diddley nos demuestra una vez más, el porqué de su grandeza. Llegará nuestro querido blues con “Hot Buttered Blues” interpretado al más puro estilo Bo. Auténticamente soberbio el contundente “Power House”. Y que mejor manera de finalizar, que con un divertidísimo “I Don`t Like You”, curiosa su introducción, con ciertos aires de ópera rock, que cierra el disco.
Así concluye “The Black Gladiator“, excelente obra de este incansable arquitecto del rock and roll. Pasarán los años y generaciones venideras recordarán a Bob Diddley por su increíble e influyente música, por sus dotes de showman sobre el escenario y como no, por su característica guitarra rectangular fabricada por él mismo, de la que lograba sacar un sonido psicodélico único e irrepetible.
Desafortunadamente, Bo Diddley falleció en 2008 debido a un paro cardíaco en su casa de Archer (Florida), a los 79 años de edad. Con su muerte, el rock and roll queda huérfano y la comunidad musical llora a una de sus estrellas más célebres. En ocasiones fue injustamente subestimado, pero gracias a un virtuosismo fuera de lo común, se situó como todo un pionero del rock, que ha sido la fuente de inspiración más grande para mitos de la talla de Buddy Holly, The Rolling Stones, Eric Clapton, The Beatles, Jimi Hendrix, o el mismísimo Elvis Presley.
A nuestro juicio, el rock le debe mucho a Bo Diddley. Sus temas han sido versionados hasta la saciedad por multitud de grupos. Desde una humilde opinión, sus extraordinarios ritmos fueron copiados con descaro por otras bandas muy populares en los años ochenta, a las que algunos analistas llegaron a calificar erróneamente como “legendarias”.
Bo Diddley nunca cobró los royalties que por ley, le pertenecían por la autoría de sus canciones.