Que toda nueva temporada trae ilusiones renovadas a los equipos, es algo que ya se sabe. Pero también es cierto que no todos tienen la posibilidad de arrancar con el pie derecho. En esta ocasión, y por la primera fecha del Torneo Inicial 2012, Boca tuvo un comienzo poco auspicioso y cayó por 3 a 0 frente al recién ascendido Quilmes. Cauteruccio en dos ocasiones y Garnier fueron los encargados de sentenciar la goleada frente a un Boca que se mostró en bajo nivel.
El Cervecero arribaba con toda la ilusión de una nueva vuelta a Primera y trataba de ponerle las cosas difíciles a un Boca que venía con un viaje 48 horas antes, pero que de todas formas tampoco mostraba muchas ganas en la cancha. La posesión fue uno de los pocos aspectos del juego en los cuales el trámite fue parejo: en el resto, Quilmes estuvo por encima de Boca la mayoría del partido.
A los 12 minutos llegaba la primera sorpresa del partido: Mal rechazo por parte de un defensor Xeneize, la pelota rebotaba en un jugador de Quilmes y así iba a parar a los pies de Cauteruccio, que fusiló a Ustari antes de que éste achicara y puso el 1 a 0 para el local. Rapidamente, el Cervecero sacaba ventajas y dejaba anonadado a un Xeneize que recién se estaba armando. Para colmo de males, cinco minutos más tarde Santiago Silva sería expulsado: tras una dura falta, tuvo una reacción infantil y pateó a su rival. Pitana no dudó y le mostró la roja directa.
Iban 33 minutos, y Quilmes seguía siendo superior. Aún así, Boca tuvo una posibilidad de descontar, pero Pitana no compró: tras un centro, un empujón desvío a Viatri, quién igualmente exageró la falta y no consiguió el penal. Cinco minutos más tarde, Cauteruccio desbordaba por izquierda y enviaba un centro bajo que Diz no podía conectar en el centro del area. A los 46 minutos, cuando el primer tiempo se iba a su fin, Clemente Rodríguez intentó sorprender a Trípodi de lejos, pero el arquero la desvió al córner.
Para la segunda etapa, Quilmes se mostró más agresivo en la zona de ataque, pero relegó la posesión a un Boca que estuvo falto de ideas y no pudo aprovecharla. A los 12 minutos llegó un centro para Caneo, que remató de volea, pero la pelota se fue al lado del palo. Tres minutos más tarde, llegaría un nuevo gol para el local: Caneo enviaría un centro desde la izquierda, un delantero la dejaría pasar entre las piernas y Garnier llegaría solo por atrás para poner el 2 a 0.
Si Boca se mostraba sin reacción con el primer gol, esto tumbaba las ilusiones del equipo de Falcioni. Sin embargo, el Xeneize comenzó a levantar nivel y pudo llegar a descontar: a los 27, un centro de Clemente se transformaría en una volea en los pies de Chávez, pero se iría por arriba del travesaño. Siete minutos después, un nuevo remate lejano de Clemente sería desviado espectacularmente por Trípodi, de gran desempeño.
Cuando parecía que Boca se prendía en el partido, llegó el gol que liquidó el resultado: Caneo disparo desde la medialuna y Ustari dio rebote, pero Cauteruccio fue más rápido que los defensores y llegó para empujarla y poner el 3 a 0 final. El Estadio Centenario desbordaba de alegría y Boca no encontraba respuesta a un resultado tan contundente.
Finalmente, Quilmes se llevó los primeros 3 puntos del torneo. Boca jugó mal y pagó caro las distracciones y la infantil expulsión de Silva. Si el equipo de Julio César quiere mostrarse como protagonista del Torneo, deberá prestar mayor atención en el campo y salir más despierto y a buscar el resultado. Como la historia demanda.