Buenas!
Últimamente y como la mayoría deben saber ya, de equipos argentinos se habla mucho de Vélez o Estudiantes como los más fuertes. Pero, ¿qué pasa con River y Boca? ¿Por qué, esos equipos que monopolizaban el fútbol argentino, los que mas pasiones levantan en Buenos Aires, están de capa caída?
Lo de Boca es realmente de pena. Ofrecen un fútbol muy limitado, con jugadores muy viejos ya y con pocos nombres salvables. Lo de River es aún peor. Sus mejores jugadores ya están en epoca de retiro hace tiempo, y están deambulando como zombies en los "millonarios".
Del 2007, cuando ganó su última Libertadores (que la ganó Román practicamente solo), y sobre todo en este año 2009 y comienzos del 2010, luego de la muerte del presidente Pompilio, el equipo xeneize ha entrado en un período oscuro. Ni Iscchia, ni Basile y tampoco Alves han logrado levantar a un club con muchos jugadores de segunda línea. Creo que los únicos que salvan patria en Boca son Medel, Riquelme, Battaglia, Palermo y Gaitán. Mientras Gaitán y Medel son jóvenes, y con aspiraciones europeas, Riquelme, Battaglia y Palermo están sobre los 30 pero mantienen su calidad, sobre todo Riquelme. Lamentablemente Battaglia está lesionado hace un tiempo ya, lo que le ha impedido jugar.
Otros como Morel Rodríguez o Hugo Ibarra hace rato deberían estar jubilados y no tienen ya la capacidad para jugar de forma profesional.
El plantel Xeneize en sí esta mal confeccionado. Hay muchos enganches y muchos "5" como se le llaman a los mediocentros en Sudamérica, pero no hay ningún interior que haga una función básica de equilibrio en Boca. Riquelme, Insúa, Gaitán y Marino son enganches. Medel, Battaglia y Rosada son mediocentros.
Esto es culpa de los dirigentes y de los propios técnicos. Hace un tiempo se dijo que la directiva de Boca apostaría por subir juveniles al primer equipo. ¿Y a quién se llevó para efectuar este plan a largo plazo? Todos sabemos que tarde o temprano, los juveniles rinden frutos. Sobre todo en la cantera xeneize que siempre ha tenido buena fama. Pero se llevó a Basile. Un tipo que es sabido su gusto por los jugadores experimentados y que pocas veces da oportunidades a aquellos que van recién empezando en el mundo del profesionalismo. Para remate cuando Alfio pidió refuerzos, se le fueron negados. "Problemas de presupuesto", le dijeron. Y así Boca quedó prácticamente sin interiores y con una plantilla a todas luces desequilibrada. Entonces, Basile renunció, y asumió Abel Alves, primero interinamente, luego de manera oficial. Esto no hizo más que agudizar la crisis. Boca entró en un túnel sin salida donde un rayo de luz llegó con la victoria 2-0 sobre River, con doblete de Medel. Pero el "chueco" Alves igual tenía los días contados y terminó asumiendo de interino Pompei.
Entre otras cosas, ésto es aumentado por un camarín que se sabe amargo, con muchos roces, entre ellos uno que terminó en la salida de Rodrigo Palacio, que se llevaba muy mal con Martín Palermo. Éste mismo se sabe que tiene muchos roces con el crack boquense, Juan Román Riquelme. Así no se puede trabajar y muchos lo saben.
Incluido a que Boca desde que se fue Bianchi no tiene una línea de juego definida, se generó un torbellino que arrasó con lo que fue y puede volver a ser el club más ganador de sudamérica.
Lo de River es mucho más complicado, y más grave. Se viene arrastrando desde hace mucho y es un verdadero drama. El título del Clausura 2008, en el que Simeone dirigió a los Buonanotte, Alexis Sánchez o Radamel Falcao fue un oasis entre una crisis institucional que se vive hace muchos años en el conjunto millonario.
Aguilar, ex-presidente de River dejó un hoyo económico grandísimo, que la verdad se viene tejiendo de hace unos 20 años. Esto se agudizó de manera horrible después de la crisis económica mundial, y sumado a compras compulsivas por parte de la administración, luego de buenas ventas como las fueron la de Mascherano y Lucho González, terminaron por cavarlo.
Así, Passarella (nuevo presidente del club de la Ribera) está mucho más preocupado de las finanzas del club que de conseguir alguno que otro éxito deportivo. Y con razón, por cierto. Es sabido que el éxito deportivo va de la mano siempre con el económico, o por lo menos la mayoría de las ocasiones.
El "negro" Astrada (precisamente el punto de inflexión, desde su salida en su primer período en 2005 comenzó la crisis) se la jugó en ir a rescatar a un club marchito hace rato, después de la marcha del pipo Gorosito.
Perdió el crédito de la hinchada luego de ser jugador por muchos años del club millonario, de ser esos que se dejan el alma en la cancha por defender al club de sus amores, de esos que son limitados en calidad, pero te da gusto ver como juegan cuando salen con la camiseta de tu club. Pero quiso ser el bombero de un club que tenía un incendio interno incontrolable.
Por si lo económico fuera poco, el plantel de River en sí es malo, falto de calidad, y sobre todo, de piernas. ¿Por qué piernas? Porque los jugadores que se supone deberían ser estrellas de River, están en su última etapa como jugadores. Hablo específicamente de Ariel Ortega y Marcelo Gallardo. El "Burrito" Ortega tiene una calidad indudable, pero sus problemas con la droga y el alcohol lo disminuyeron en un nivel increíble. A sus 36 años, poco le queda por mostrar. Fue convocado a la selección argentina el año pasado, más como una locura más de las que se le conocen a Maradona que otra cosa, pero nisiquiera pudo jugar porque su físico no resiste y se lesionó. No es el que salvó torneos enteros en River. No se le puede exigir, porque simplemente quiere y no puede rendir. El "Muñeco" tampoco se salva, pero por lo menos tiene algo más de físico y está mucho más entero mentalmente.
No ha habido refuerzos de calidad en el último tiempo por los problemas económicos. La única salida a esto pareciera ser el cambio de nombre al emblemático Estadio Monumental de Buenos Aires. Ahí entramos en otro debate.
Bueno, un breve resumen de las crisis que pasan 2 de los equipos más grandes de este lado del mundo.
Saludos!!!!