Otro precioso fin de semana de primavera que no dejamos pasar de largo. Esta vez nos vamos de excursión a Bocairent, cuyos alrededores en esta época no pueden lucir más verdes, con más flores silvestres y con una explosión de colores tal, que es difícil no caer rendida ante tales encantos y repetir varias veces a lo largo del día: ¡Qué preciosidad!
El objetivo central de esta mini escapada es visitar les Covetes dels Moros, un conjunto de cuevas-ventana talladas por el hombre en la época hispanomusulmana y colgadas en mitad de un acantilado rocoso impresionante. Aunque una vez allí, aprovechamos el día para conocer más acerca de este tipo de cuevas y visitamos también las Cuevas de San Blas, utilizadas como nevero, y las Cuevas del Colomer. Y ya que estamos hacemos parte de la Ruta Mágica que nos lleva por los lugares más emblemáticos del barrio medieval de Bocairent.
Se trata de un laberinto de pequeñas cámaras, en la actualidad comunicadas, aunque no en su origen, que se utilizaban como graneros. También se dice que podían haber sido cámaras sepulcrales y no resulta desencaminado pensar así, pues este tipo de excavaciones en la roca para enterrar a los muertos ya lo hemos visto en otros lugares como Perú o Indonesia.
Es de los pocos neveros que se puede visitar desde dentro y desde donde se observa mejor cómo fue construido y por dónde se introducía la nieve, así que no olvidéis visitarlo cuando vayáis a Bocairent.
Iniciamos la Ruta Mágica que nos lleva bordeando el río Clariano hacia el interior del barrio medieval de Bocairent. Las vistas de los edificios desdes esta parte son magníficas, parecen mini-rascacielos y en mi eterna manía de relacionar lugares vienen a mis recuerdos los pueblos de la Toscana y en especial San Gimignano, salvando las distancias.
Nos adentramos en las calles laberínticas del casco antiguo buscando sombras que nos resguarden del sol. Atravesamos por la Torre de los Portugueses y a nuestro paso salen el antiguo lavadero y la Fuente del Aljub. Plazoletas, subidas, bajadas, casas excavadas en la roca y alguna revuelta hasta que volvemos a la Plaza del Ayuntamiento.
Cerca de allí se encuentra el Restaurante El Cancell, donde, afortunadamente, habíamos reservado para comer. No teníamos referencias pero hemos acertado de pleno. La sala del restaurante es muy agradable, buen servicio y todos los platos que hemos probado estaban bien preparados. Este lugar se queda en mi agenda.
Otros posts que te pueden interesar:
- Bodega Celler del Roure, un Paseo por la Toscana Valenciana
- Barranco de la Valltorta y Coves dels Cavalls
- De Calpe a Benissa por el Sendero Ecológico
Bon Voyage!