Finalmente ha llegado la última boda a la que he asistido este año (o eso parece, de momento). Mi prima y su novio se casaron el sábado pasado por la tarde. Tanto la ceremonia civil como el banquete tuvieron lugar en la finca Joan Sardà, una masía construida en el siglo XVII y rodeada de tres hectáreas de jardines y viñedos.
Jardines de la Masía Joan Sardà
La ceremonia tuvo lugar en los jardines. Una ceremonia cargada de emoción, con parlamentos de familiares y amigos, y con los novios leyéndose algo así como unos votos matrimoniales. Fue muy bonito.
Mis hijas tenían que salir con una prima pequeña del novio a entregar las alianzas, pero se cuadraron y dijeron que no días antes. Mi prima me dijo que, aún así, el maestro de ceremonias las llamaría cuando fuese el momento de entregar las alianzas. Y así fue. Con tan mala suerte que en ese preciso momento estaban las dos en el baño con mi marido. Si es que… ¡vaya tela!
Después del beso del “ya sois marido y mujer”, del beso de los novios y de tirarles el arroz, llegó el aperitivo mientras los novios se hacían fotos por los jardines:
Copa de bienvenida
Caramelos de fuet
Palomitas con aceite de oliva virgen y tandoori
Queso curado y moscatel
Esponjoso de tortilla de patata trufada hecho individualmente
Macarons de foie micuit con especias
Roler de salmón con crema de queso fresco y cebollino
Mini cócteles servidos en probeta de piña colada, de San Francisco y de cava – melocotón sanguino
Berberechos de Galicia en pipeta con su salsa
Surtido de carpaccios de ternera con mostaza antigua y micropolvo de parmesano y de bacalao con tomate y aceite de oliva
Gambas en forma de raviolis rellenos de setas con aceite de setas
Morcilla de cebolla crujiente con confitura de piquillos
Cazuelitas individuales de pulpo a la gallega y crema de patata, y de setas con butifarra
Selección de cremosos, setas y Cabrales
Bacalao en forma de buñuelos y suave picada de ajo y perejil
Huevos de codorniz sobre tostadita de sobrasada de cerdo negro de Mallorca
Langostino de Sant Carles con polvo de romesco
Tortita de camarones de Huelva y Rebujito
Buffet de selección de quesos
Buffet de arroz caldoso
Buffet de jamón ibérico
Algunos de los platos ni los vi (como los berberechos, que me encantan), pero puedo decir que lo que probé estaba delicioso (mención especial para el Rebujito). Durante el aperitivo estuvimos haciéndonos fotos mis primas y yo, y nos estuvimos poniendo al día. A algunas no las veía desde la boda del pasado mes de diciembre y a otras, hacía todavía más, así que pasamos un buen rato de risas contándonos cómo nos había ido durante este tiempo.
Aperitivos en el jardín
A modo de recordatorio, los novios pusieron una ilustración de un árbol y unas tintas de colores para que los invitados dejasen su huella dactilar y su firma. Las niñas firmaron encantadas.
Recordatorio “Deja tu huella”
Bueno, si queréis que os hable de mi outfit, quería encontrar un vestido para las sandalias So Size de las que os hablé el viernes pasado, pero como es muy difícil empezar la casa por el tejado, también es muy difícil encontrar un vestido teniendo primero los zapatos, así que lo que hice fue reciclar un vestido que me había puesto para una boda hace tres años. Y la mar de mona, oyes.
Mi marido también fue con un traje reciclado. Así que las que sí estrenaron fueron las peques, a las que les compramos los vestidos y los zapatos el día que fuimos de compras a Zara.
En el pelo me hice un recogido que ya había enseñado en las redes sociales y que, sinceramente, me salió mejor la primera vez que me lo hice, en plena reunión de trabajo, sin espejo, horquillas ni nada; pero al final me salió bastante decente y me aguantó toda la noche. Creo que grabaré el tutorial, por si os apetece probar.
Por la mañana estuve peinando a las niñas, y les hice dos peinados diferentes. A Àfrica le hice un peinado de twist y flat twist, y a Enoâ le hice una combinación de trenzas, cruzadas en la parte de la frente, y sueltas en la parte trasera y adornadas con abalorios.
En cuanto al vestido de la novia, era una verdadera maravilla. Yo soy fatalísima para hablar de telas y demás, así que mejor os pongo un detalle de la cintura y de la parte superior de la falda. En cuanto a la parte superior del vestido, el escote era palabra de honor.
Después del aperitivo llegó la parte que, para mí, es más fastidiosa para los novios: la tanda de fotos con amigos y familia. Pero la verdad es que los novios lo habían organizado muy bien, y mi otra prima iba llamando a la gente para hacerse la foto con los novios en el orden en el que los novios le habían pasado en una lista, así que la verdad es que no fue nada caótico ni lento. Para terminar, y antes de entrar al restaurante, nos hicimos una foto de grupo, los novios con todos los invitados. Los fotógrafos subieron al primer piso y, desde allí, nos hicieron la foto a todos los que estábamos en el jardín.
Una vez sentados en la sala, esperamos a que nos sirvieran el menú:
Ensalada de rape con spaghettis de verduras y vinagreta de tomate, alcaparras y aceitunas
Ternera cocida a baja temperatura con confitura de berenjena, queso de cabra y salteado de setas de temporada
Manzana verde, vainilla de Tahití y helado de yogur con crujiente de toffee
Pastel de bodas
Mientras servían los cafés y los licores, los novios fueron haciendo entrega de los regalos para sus padres, otros futuros novios, para una embarazada y también la novia tiró el ramo, que fue un momento muy divertido. El momento del baile de los novios también fue genial, porque los novios hicieron una coreografía mezclando diferentes canciones, y entonces ya se abrió el baile.
Fue una boda muy divertida; las niñas también lo pasaron en grande. Enoâ bailó de lo lindo (creo que nunca la había visto bailar tanto) y estuvimos por allí hasta casi las dos de la madrugada, porque Enoâ ya se había dormido y Àfrica quería que nos fuéramos (y mi madre también). Cuando nos marchábamos, la fiesta seguía en todo su apogeo, así que imagino que todavía siguieron hasta tarde.
A modo de anécdota, quiero que veáis los recordatorios de boda que prepararon los novios, en forma de chapas e imanes para todos los invitados. Los repartieron al azar, y a cada uno lo tocó un mensaje diferente. ¡Como una versión cool de las galletas de la suerte!
Recordatorios de la boda
Y con la boda de mi prima Àfrica doy por terminado mi Año de Bodas. A ver cómo se presenta el año siguiente. Y vosotros ¿cuánto hace que no vais a una boda?