La gama "Almacenista" de Bodegas Lustau, surge como un guiño al propio origen histórico de la bodega, ya que el fundador de la bodega Don José Ruiz Berdejo, en su pequeña viña en las afueras de Jerez, elaboraba y envejecía sus vinos y lo vendía a las grandes bodegas exportadoras como González Byass, Domecq, etc. Era un almacenista.
Decía Julio Pulido en la Revista Vinum:"La clave estaba en tener contactos en el extranjero. El mero hecho de pensar, para un agricultor, que tenía que ir a Centroamérica, Inglaterra o Dinamarca a vender vino era una locura. Por otra parte, los exportadores preferían comprar los vinos a los almacenistas y desentenderse de la complicada elaboración. Este es el orígen." Y continua: "...Los almacenistas se encargaban de suministrar cupo (solamente 1/3 de las existencias de la bodega) a las grandes compañías cuando lo necesitaban. Con el paso del tiempo algunos almacenistas como Lustau, Pilar Aranda, o El Maestro Sierra decidieron embotellas su propio vino y venderlo directamente. Y así llegamos a nuestros días en los que Bodegas Lustau crea una gama de vinos de altísima calidad procedente de actuales pequeños almacenistas de Sanlúcar, Jerez y El Puerto, en un gesto - y a la vez un acierto comercial - al recuperar una tradición muy antigua dentro del Marco de Jerez.
En la gama de vinos de almacenista, de Lustau, nos encontramos actualmente con 10 referencias; 10 vinos de calidad extraordinaria, procedentes de 6 almacenistas de Jerez, Sanlúcar y El Puerto. Podemos ver en el etiquetado, el tipo de vino, la procedencia - con el nombre del propio almacenista - y el número de botas que componen la solera, algunas tan escasas como las 21 botas de Manuel Cuevas Jurado, para su Manzanilla Amontillada. Unas ediciones muy especiales, con producciones muy limitadas y algunas en formato reducido (50cl.) debido, obviamente a las mínimas "sacas" que se efectúan de estas viejas soleras.
También en el libro El sabor de los Grandes. Vinos Históricos de Jerez podemos leer a Jesús Barquín: "El curioso nombre “pata de gallina” se debe a uno de los signos de tiza empleado por los capataces para clasificar las botas. Si, a partir de un palo inicial se van añadiendo otros palitos en sucesivas ramificaciones cada vez que el vino es catado y muestra un determinado perfil aromático, el resultado final es una marca con aspecto similar al de la pata de estas aves.**
Cada vino de un rincón, con su pasado con su historia...
Aún no los he probado todos, son difíciles de hallar, pero aquí os dejo la lista para que vayan tachando si se los encuentran por ahí. Yo no sabría con cual quedarme.
Manzanilla Pasada, de Manuel Cuevas Jurado
Manzanilla Amontillada, de Manuel Cuevas Jurado.
Fino de El Puerto, de Jose Luis González Obregón
Fino de El Puerto, de José de La Cuesta
Amontillado de El Puerto, de Jose Luis González Obregón.
Amontillado de Jerez, de Miguel Fontádez Florido.
Amontillado Fino de Jerez, de Miguel Fontádez Florido.
Palo Cortado, de Vides.
Oloroso Pata de Gallina, de Juan García Jarana
Oloroso de El Puerto, de Jose Luis González Obregón
Enlace: Bodegas Lustau. Gama Almacenista.
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(*El Vino de Jerez. Julian Jeffs. Cádiz. Universidad de Cádiz, 1994, p.292.)
(** El Sabor de los Grandes.Vinos Históricos de Jerez. Fundación para la Cultura del Vino.2009.)