Body World, te espera.
Body World, nos lleva hasta el año 2060, en concreto a Boney Borough. Allí, Paulie Panther, investigará la aparición de una nueva planta. Panther, botánico y a la vez adicto a distintas sustancias, hace de “conejillo de indias” al probar la misteriosa planta. Los efectos, impensables y alarmantes, le harán pasar de la sorpresa hasta entender que lo que ocurre es toda una…y no cuento mas para no destripar el argumento.
Dash Shaw, cuyo Ombligo sin Fondo debe estar en todas las estanterías, es un autor poderoso en el guión y que pierde fuerza con el dibujo. Justamente en Body World, consigue disimular sus debilidades, ya que debe ser mucho mas sintético en web que en papel. Heredero del mejor cómic independiente americano, este joven autor consigue que la fuerza inicial de su guión, sea un big-bang que pueda ejercer como motor para el resto de la historia, a la que llega sobradamente e, incluso, mejora con el cierre de la trama.
Shaw mantiene esa dupla no siempre exitosa entre un tema excusa, la aparición de las plantas y los efectos alucinógenos de ésta y el tema realmente importante, que no es otro que las interrelaciones y estereotipos sociales, que sirve para poder mostrarnos a personajes “tipo” de cualquier lugar del mundo y cual sería el efecto de poder ser partícipe de los pensamientos de los que te rodean.
Posiblemente, es una de esas obras que puede que no te llame la atención. Hay que ponerse a ello, para descubrir una lectura intensa, llena de grandes momentos, sin tiempo para aburrirse.
Ya hemos comentado que el apartado gráfico no es lo mas sobresaliente. Aún así, Shaw consigue una cadencia visual que no desmerece al guión. Se atreve a experimentar en algunas páginas, aunque suele ser algo monótono cuando pasamos el ecuador del cómic, para recuperar algo de fuelle al final.
Creo que hay que darle una oportunidad a Body World. No te defraudará.