Barcelona en Comú, la fuerza ganadora en la alcaldía de Barcelona que dirige Ada Colau, ha dado el primer paso para acabar con la llamada pobreza energética, romper con la posición de dominio de las compañías eléctricas y fomentar el autoconsumo con fuentes renovables. ¿Cómo? Creando una empresa eléctrica pública que, en principio, tendrá como objetivo “promover las energías renovables y la eficiencia, fomentando la instalación de placas fotovoltaicas, entre otras medidas, y trabajando para que las instalaciones municipales generen la energía que consumen”. Con ello, todos los contratos públicos de electricidad del ayuntamiento de Barcelona recaerán sobre esta empresa. Las eléctricas ya no podrán competir y perderán una buen clientela, según el periódicodelaenergía.com. Ese será el primer golpe al establishment eléctrico. Pero la batalla de verdad contra las compañías vendrá cuando la empresa pública quiera entrar al mercado y dar electricidad a terceros. De momento, el ayuntamiento presentó alegaciones contra el borrador de autoconsumo que quiere aprobar el Gobierno. Y lo más seguro es que haya recursos del ejecutivo de Rajoy contra la norma que apruebe la creación de la compañía eléctrica municipal.Otra medida que encontrará oposición será la creación de la tasa contra las eléctricas por el uso del suelo y subsuelo de Barcelona. Una tasa con la que Colau trata de acabar con la pobreza energética. Previamente, la nueva alcaldesa de Barcelona y la de Madrid, Manuela Carmena, advirtieron a las eléctricas que una de las primeras medidas que tomarían sus consistorios sería la creación de un fondo para luchar contra la pobreza energética y evitar los cortes de suministro. Y ese fondo se nutrirá de la citada tasa. La medida además puede ser emitida por otros consistorios. Son por tanto, varios los frentes abiertos entre las nuevas fuerzas municipales y las empresas energéticas. Las tres grandes compañías españolas han mostrado ya su disposición en avanzar fórmulas que eviten los cortes de luz a familias que no puedan pagar los recibos porque se encuentran en riesgo de exclusión social. Añaden también que el objetivo es discutir con los ayuntamientos estas medidas para que, sobre todo en el invierno, no haya cortes. Veremos en qué queda la batalla: si Colau crea una empresa que, al final, esté blindada y, por tanto, caiga en la ineficiencia y sea un coste adicional para el consistorio, o si se crea con sentido y dinamiza el sector o si el Gobierno actual le pone finalmente la zancadilla.Otra de las reacciones de Ada Colau, en Cataluña, es afirmar que el acuerdo de investidura entre JxS y la CUP, por el que Carles Puigdemont, hasta ahora alcalde de Giirona, fue investido presidente por el Parlament, se debe al “miedo” de Artur Mas y de su partido a votar en unas nuevas elecciones autonómicas después de perder las elecciones generales del 20-D. La alcaldesa de Barcelona, afirmaba el pasado domingo en su cuenta de Twitter: “Después de perder el 20D, Artur Mas y CDC han tenido miedo de poner las urnas. Pero es cuestión de tiempo: seguimos construyendo el cambio real”. En un segundo mensaje, Colauafirmaba que Barcelona “no puede esperar más” para abordar los temas urgentes que afectan el día a día de sus ciudadanos. Y señalaba que, aunque el nuevo Govern de la Generalitat nació “con mucha dificultad”, la ciudad de Barcelona “no puede esperar más para abordar temas urgentes que afectan al día a día de la gente”.