Sabor de Bohemia como el de esta "orquesta del este" con la que repetía para "la primera" que era última y cierre de mi particular "Ciclo Mahler" de Bilbao esta mañana de domingo con un vibrante final para la luminosa "Titán" con algunos chaparrones de las trompas que fueron templando, como en el exterior.
En el segundo (Kräftig bewegt, doch nicht zu schnell), ese länder o danza popular austríaca que nos recuerda el vals, Förster intentó sacar los grandes contrastes y dominando los tempi, con unos bajos redondos, percusión colorista, los metales calentando (bien las sordinas) y la limpieza de una cuerda que es lo mejor de esta orquesta, sin olvidarnos del arpa, con buenas dinámicas y balance entre secciones.