BoJack Horseman: Wild And Human

Publicado el 25 julio 2016 por Dro @Drolope
No soy una persona que suela ver series cómicas. Lo reconozco. O no me hacen reír o, simplemente, no conecto con ellas. Pero hay que admitir que últimamente se estrenan algunas ficciones que, a pesar de tener la etiqueta de “comedias”, no lo son realmente. Por eso me llamó la atención BoJack Horseman, una de las joyitas que tiene Netflix cuya etiqueta de “comedia” no hace honor a lo que es realmente.
BoJack Horseman sería más una dramedia que cuando tira al drama es depresiva total y, cuando tira hacia la comedia, te saca alguna carcajada. Su apariencia de dibujos animados puede engañar al espectador, por lo que tenemos que ser los fans quienes la definamos lo mejor que podamos. De un tiempo hacia acá, los dibujos animados han perdido gradualmente ese significado de risas, luz y color, dulces y gente vomitando arcoíris. En BoJack Horseman, si alguien vomita es porque está al borde del coma etílico o por una mala reacción a la cocaína que se ha esnifado antes. Hace un retrato de la vida aparentemente glamurosa que se da en Hollywood, aunque su protagonista vive todo lo contrario.
BoJack Horseman (Will Arnett) es una estrella olvidada que tuvo su momento de esplendor con una sitcom en los años 90, Horsin’ Around. A partir de ahí, todo fue una absoluta caída libre que le ha asumido en una espiral de drogas, alcohol, fiestas, derroche de dinero y, no se nos olvide, el sexo, mucho sexo, con humanas o con otros animales. La serie trata sobre el viaje vital de BoJack para conocerse a sí mismo en un momento de su vida en el que, realmente, no se encuentra a gusto. Poco a poco irá descubriendo que es una persona terrible, un capullo con quienes le rodean y que estos, en cuanto menos se lo espere, terminarán abandonándole porque sí, amigos, cuando tienes una persona tóxica al lado, la situación es entre ella y tú. Y seamos sinceros, todos optaríamos por salvarnos a nosotros mismos. ¡Incluso BoJack lo haría! En el fondo todo esto sólo quiere decir una cosa: BoJack se encuentra en una terrible depresión de la que no sabe salir y tampoco pide ayuda para ello. La serie no tiene miedo a reflejar lo que la enfermedad es en realidad si se combina, a su vez, con un comportamiento autodestructivo como es el de nuestro protagonista.
Esas personas que le acompañan son: Diane (Alison Brie), una escritora fantasma feminista que intenta dejar su postura clara ante los demás pero que pocos entienden o hacen el esfuerzo de entenderla. A veces me parece un poco “demasiado”, en el sentido de que se quiere hacer la sabionda pero realmente no pilota los temas de los que habla, o simplemente dice ciertas cosas para quedar bien. Todavía sigo preguntándome qué hace al lado de su pareja, Mr. Peanutbutter (Paul F. Tompkins) , un labrador retriever cuyo positivismo, energía y machismo dan tanto asco que acabarás odiándolo. En serio, ¿por qué no lo han atropellado ya? Nos ahorraba una úlcera a todos. Mr. Peanutbutter también es una estrella de cine que copió su sitcom de la de BoJack, pero con el resultado de que su éxito sigue brillando, a cambio de Horseman. BoJack tiene su particular “niñera” que es su agente, Princess Carolyn (Amy Sedaris), una gata persa rosa ambiciosa que tiene muy claro lo que quiere. Sin embargo, con el paso del tiempo se dará cuenta de que no quiere terminar sola y que necesita replantearse ciertas áreas de su vida. Por último, tenemos a Todd Chavez (Aaron Paul), un nini de la vida que lleva viviendo por la gorra en casa de BoJack durante años– y eso que se iba a quedar por un par de semanas – y con el que hace muy buenas migas Mr. Peanutbutter, pues es quien le da las ideas para nuevos negocios.
BoJack Horseman destaca por el buen equilibrio de la comedia y el drama, por la evolución psicológica de los personajes, sobre todo en BoJack; por sacar a relucir la humanidad de los mismos y hacernos ver que son reales, que tienen sus pros y sus contras, y que estos últimos van a estar más a la orden del día que lo bueno que albergan dentro de ellos. Los deseos de los personajes sólo son eso, deseos, simple y llanamente, y que para convertir un deseo en realidad hay que currárselo todos los días. Un aspecto que se explora mucho es la soledad, el miedo a terminar solos por nuestros miedos, inseguridades o cagadas porque sí, en esta serie erran muchísimo pero tal y como pasa en la vida real. También se trata el error y la consecuenciaque lleva este. No tiene ningún miedo a tratar los temas más espinosos de la sociedad y eso es por la libertad que otorga Netflix a los creadores de sus series. BoJack Horseman no es una serie alegre, sino que te asumirá en la mierda más absoluta, pero lo hará de tal forma que, cuando termines el episodio, te levantarás y aplaudirás. ¿Quién iba a imaginarse que los “dibujos animados” te invitarían a pensar y a sentirte vacío por dentro?
Otra de las grandes cosas que ofrece esta serie es el plantel de actores y actrices que ponen voz a la gran cantidad de personajes que aparecen: Patton Oswalt, Kristen Schaal, Stanley Tucci, Olivia Wilde, J.K. Simmons, Aisha Tyler, Lisa Kudrow, Ben Schwartz, Rachel Bloom, Kristin Chenoweth, Ilana Glazer, Mara Wilson, Angela Bassett, Constance Zimmer, Amy Schumer, Christine Baranski, Tatiana Maslany, Ricky Gervais… Y la lista continúa y continúa. Pero a quien destaco por encima de todos estos grandes nombres es a un personaje que adoro: Margo Martindale. Sí, ya sé que es una actriz de verdad pero se interpreta a sí mismaCharacter Actres Margo Martindale es como la llaman – en una versión totalmente exagerada y loquísima de su persona. Es uno de los cameos que más me gustan, nunca deja indiferente y desde aquí pido un reconocimiento en forma de Emmy o lo que sea por su participación en esta serie.
ME MUERO. ¿Dónde está el Emmy para Margo Martindale en #BoJackHorseman? pic.twitter.com/j5NVdtodNX— Gilmore Girl (@MissSkarsgard) 24 de julio de 2016

Una de las cosas que más me gustan de la serie son los detalles, como la aparición del cartel del musical Hamiltoncon la cabeza de un cerdo o que los animales, aunque se comporten como seres humanos, tengan ciertas conductas propias de su raza, como que los perros, si les tiras un objeto, vayan a por él o se asusten con algunos ruidos, que los pájaros lleguen volando a los sitios o que los pulpos expulsen tinta al sentirse amenazados.
*POSIBLES SPOILERS SOBRE LA TERCERA TEMPORADA*
En cuanto a la tercera temporada, creo que ha ido de menos a más, por lo que no ha perdido el nivel. De todas formas, BoJack Horseman es una serie con la que me cuesta muchísimo conectar y en muchas ocasiones tengo la sensación de que no lo hago en absoluto. No entiendo por qué será – ¿a lo mejor es porque son animales? Ni idea –. Sin embargo, en esta tercera entrega ha tenido episodios para enmarcarlos de lo buenos que han sido. El primero sería el cuarto, donde se refleja la soledad de BoJackde una forma experimental para la serie pues es un episodio mudo en el 99,9% de su duración. Se trata de un episodio tierno y con un final amargo. El siguiente es el sexto, con una crítica social sobre el aborto que muchas series querrían hacer. Además, se trata el tema desde diferentes puntos de vista y se reflejan algunos aspectos del panorama actual que son para aplaudir. Por último, tendríamos el undécimo y el duodécimo. El primero, una de las últimas locuras de BoJack con un final que te deja roto por dentro, aprieta el gatillo para lo que es la season finale, cuyo final también es amargo aunque desprende un rayo de esperanza. En mi humilde opinión, se corona como la mejor season finale de lo que llevamos de serie pues, para alguien que le cuesta conectar con ella, se me ha removido algo por dentro, me ha emocionado, y ese es uno de los objetivos de esta serie, que nos emocionemos ante tanta anestesia que hay por el mundo, incluida a la que se enfrentan los personajes.
*FIN DE LOS SPOILERS*
BoJack Horseman es una serie fácil de ver pero que se toma su tiempo en ser digerida pues es una gran patada en los genitales cuando se lo propone. Son 12 episodios de 25 minutos cada uno, cuenta con tres temporadas y estas salen del horno completas, típico de Netflix. La devorarás con nada y te dejará con una sensación por dentro difícil de describir. Ahora te toca a ti decidir si quieres darle una oportunidad. ¿Quieres sentirte vivo viendo una serie que te va a dejar en la miseria más absoluta? A eso le llamo yo una buena serie
Every day, it gets a little easier. But you gotta do it every day. That’s the hard part. But it does get easier.
(Esta es la canción de los créditos y no puede ser más genial)
P.D: La serie ha sido renovada por una cuarta temporada.P.D.D: The New York Times le hizo un reportaje al creador de la serie. Cuidado con los posibles spoilers.
Irene (@MissSkarsgard)