Amor: No me gusta tenerte lejos de mí, si yo pudiera de nuevo volver a estrecharte, mirarte a los ojos, acariciar tu piel, seguramente entenderías que te quiero de vuelta conmigo.
Quizá hice algo que no te gusto o te dije palabras incorrectas, si es así… pues entonces échamelo en cara y lo admito, pero solo si regresas a mí.
Puede ser que no te importe yo, ni mi vida, ni tampoco lo que hago o de dónde vengo o hacia donde voy; te digo todo esto, porque sigo solo, abandonado, dejado… Con unas ganas inmensas de ti.
Bien: Si te hice algún reproche que no te cayó bien, pues entonces dime que palabras te gustan y cuáles no, enséñame como te educo, enséñame como te gusta, pero… ¿sabes qué? No hagas berrinches, pues no te quedan, no se te ve bien eso, no te va, ya estas grandecita.
Amor reconsidera nuestro amor… Puesto que yo estoy atado a ti, como lo está un presidiario a su bola y cadena.
José Luis Meléndez Bernal