Boletín de Hospitaleros Voluntarios, Nº 87, Noviembre 2017

Por Daniel Paniagua Díez

BOLETÍN INFORMATIVO Nº87
Noviembre de 2017
In memoriam
Pedro Méndez Jaramillo +9 de mayo de 2016
Su mujer nos dio la noticia con estos recuerdos: Pedro hizo el Camino hace más de 15 años animado por mi experiencia peregrina. Se enganchó para siempre al Camino hasta el punto de que en la hora postrera recordó su pasión por él esperando a poder ayudar al Apóstol. Sus cenizas están en el Camino porque fue su voluntad. Y termina: “en 2015 no hizo el Camino para no dejarme sola por mi enfermedad pero cosas de esta extraña vida, fue él el que partió a hacer su más largo Camino”.
Antxon Iriarte +9 de octubre de 2017
Muy emocionado, Fernando Imaz nos envía el recuerdo de un compañero peregrino y hospitalero de la vieja y primera escuela.
“Ha fallecido Antxón Iriarte con 68 años. Realizó su primer Camino en 1990, que le marcó para siempre. En febrero de 1994, unos cuantos miembros de la asociación, decidimos crear un albergue de peregrinos en Grañón. Las obras duraron hasta agosto de 1997. Antxón, otra vez, fue el primero en apuntarse.
Conocedores de su enfermedad hicimos planes para ir andando desde Roncesvalles a Grañón, en la peregrinación que se organizaba con motivo del XX Aniversario del albergue y del que recientemente se ha escrito un libro con testimonios de hospitaleros y peregrinos pero no pudo ser; no obstante, en una comida que tuvimos diez días antes de su fallecimiento, pudimos hacerle entrega del libro y comentamos que, sin nuestro esfuerzo y trabajo, aquél libro, ni el albergue, hubieran existido.
Ante lo irreversible, como amigos y como asociación, reiteramos nuestro pésame y nuestro dolor a Arantza, Olatz, Andoni y a toda su familia”.
Para los dos pedimos una oración por su descanso eterno y para que reconforte a sus familias. Descansen en paz.
Hospitaleros en el Camino de la Vía de la Plata.
Quiero ser hospitalero para devolver al Camino parte de lo que el camino me ha dado…
Esta frase la escuchamos a todos los nuevos voluntarios, que cada año, se suman a nuestra familia en los cursillos de preparación. Futuros hospitaleros que en su mayoría han sido o son peregrinos que han realizado su peregrinación recientemente, en los últimos años. Futuros hospitaleros que han vivido la marea humana que forma el Camino cada verano, cada temporada; que han visto la forma de acogida de otros hospitaleros y la desean imitar.
Pero hay otros caminos, otras temporadas para peregrinar, otros albergues y otros
hospitaleros: el Camino a Santiago por la Vía de la Plata donde en los meses de
primavera -de marzo a junio- el paso de peregrinos es constante con albergues de 30 ó 40 plazas que se llenan casi a diario. Donde el trabajo del hospitalero se asemeja mucho al de sus compañeros hospitaleros del Camino Francés.
Pero también hay otros meses, otros momentos donde el hospitalero se tiene que
llenar de paciencia y no desanimar a la espera de tal vez… su único peregrino.
Caminantes de verano en las tierras de Andalucía o Extremadura, caminos de
soledades evitando las altas temperaturas; donde madrugar es evitar las horas
centrales del sol, donde llegar a la siguiente población y buscar el albergue se hace antes de las 10 ó las 11 de la mañana y que pasan la tarde sesteando a la sombra de una pared. Y el hospitalero cambia todos sus horarios, con los que un día fue peregrino y se levanta a las 4 ó 5 de la mañana para despedir a los que continúan camino y abrir de nuevo el albergue a las 10 de la mañana para esperar la llegada del caminante solitario.
Caminantes de invierno en la Vía de la Plata. Largas distancias de soledad en los días cortos y fríos de las dehesas, de los páramos. Y al final de su etapa un hospitalero que lo espera. Hospitalero de largas y solitarias tardes, posiblemente solo en compañía de un buen libro o de una cadena de radio musical. Soledad también en el hospitalero que ensaya su mejor sonrisa por si ese día llega un peregrino pidiendo ser acogido. Té o café caliente siempre en el fuego para recibir al caminante que una fría y húmeda mañana emprendió Camino a Santiago.
Hospitaleros de la Plata, hombres y mujeres que con inmensa paciencia y amor,
esperan al peregrino para ofrecerle el calor del hogar y una cálida sonrisa.
Castilblanco de los Arroyos.
Si se inicia el Camino de Santiago por la Vía de la Plata desde Sevilla, en la segunda etapa está la localidad serrana de Castilblanco de los Arroyos, a unos 40 kilómetros de la capital del Guadalquivir. Sobre las primeras estribaciones de la Sierra Morena, donde se inician las dehesas de encinas, alcornoques, jara y retama. Y allí, su albergue municipal de peregrinos, el más antiguo de la Vía de la Plata en Andalucía.
Abre de marzo a octubre y es atendido por Hospitaleros Voluntarios. El edificio aloja también un centro ocupacional para personas disminuidas psíquicas, que con mimo y profesionalidad atienden sus dos cuidadoras. Durante los meses de invierno, noviembre, diciembre, enero y febrero, el albergue permanece cerrado, ya que el edificio no está acondicionado para el frío invierno serrano que, aunque estemos en el sur de España y las temperaturas durante el día sean suaves, las noches pueden llegar a ser extremadamente frías en edificios sin el equipamiento adecuado. Los meses de primavera -marzo, abril, mayo y parte de junio- la dehesa se llena de color y peregrinos caminando hacia Compostela, con lo que el albergue y sus hospitaleros trabajan sin descanso en el día a día de los caminantes y las rutinas propias del albergue. Septiembre y octubre, en menor medida también son meses de paso medio de peregrinos. Pero en julio y agosto, por las altas temperaturas, solo la paciencia del hospitalero y la constancia de algunos peregrinos, llenan algo las tardes del albergue.
Peregrinos que inician su jornada a media noche, con el hospitalero que se levanta para despedir y desear buen Camino a las 4 ó 5 de la mañana, para tener el albergue preparado antes de las 10 horas por si ese día llega un nuevo peregrino. Horas de soledad, largas tardes de sofocante calor y cortas noches de descanso, es la rutina diaria de nuestros Hospitaleros en este inicio de la Vía de la Plata.
Alcuéscar.
La primera población en la provincia de Cáceres se llama Alcuéscar y allí un grupo de religiosos mantienen una Casa de Misericordia y un albergue de peregrinos, además de una inmensa obra social (tanatorio, albergue de transeúntes, campamentos juveniles, comedor social), además de las actividades religiosas propias de una parroquia. Un lugar que no deja a nadie indiferente. Extremadura, como su nombre indica es tierra de grandes contrastes, veranos cálidos y secos con altas temperaturas e inviernos fríos y húmedos donde, en las cuencas de sus grandes ríos Guadiana y Tajo, se asienta una niebla que puede durar varios días y que deja al caminante con el alma desconsolada. Y los hospitaleros que allí trabajan se encuentran al igual que en Castilblanco con largas tardes de verano a la espera de tal vez un único caminante. Aunque no es tarea del hospitalero, la Casa que los acoge necesita tal cantidad de colaboración que muchos de los ellos, también se hacen voluntarios de la comunidad que los acoge y de sus muchas actividades por un lado, para rellenar los tiempos de sus largas esperas en verano. Y, seguramente, más por la necesidad de cooperantes que necesita la Institución. Alcuéscar, un lugar donde la hospitalidad está escrita con letras mayúsculas y la magia del lugar hace diferentes y especiales a sus hospitaleros.
Salamanca.
Ciudad Patrimonio de la Humanidad, donde perderse por sus calles o plazas es algo de obligado cumplimiento. Y eso ocurre con los peregrinos que llegan hasta su albergue municipal, situado en la Casa de la Calera, junto al jardín de Calixto y Melibea, a la sombra de su Catedral vieja. Ser acogidos significa una ducha rápida y a pasear sus monumentales calles llenas de palacios y edificios singulares, por su plaza mayor, reconocida como la “Plaza Mayor de Europa”, sus catedrales o la plateresca fachada de la Universidad -la más antigua de todas- lugar de estudio y enseñanza de ilustres como Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y más recientemente su gran rector, Don Miguel de Unamuno. Aquí el hospitalero acoge al caminante, le ofrece techo cama y ducha, pero tras unos minutos es posible que no los vuelva a ver hasta poco antes de la hora del cierre del albergue. De nuevo, largas horas de la tarde en espera de que pueda alguno de los caminantes necesitar las instalaciones del albergue, donde seguro un libro puede ser su mejor compañía al frescor de una de las fuentes de su jardín romántico.
Zamora.
La encantadora y románica ciudad de Zamora espera a sus peregrinos en el albergue municipal, situado bajo las piedras de sus murallas y al pie de su centro histórico; ciudad encantadora con sus más de 20 iglesias románicas perfectamente rehabilitadas y en uso cotidiano bien para culto, bien como centros culturales. A orillas del Duero, de suaves veranos y fríos inviernos. Donde los hospitaleros acogen, informan y acompañan a los peregrinos durante su estancia en el albergue. Este lugar de acogida “Platera” puede ser el más parecido a algunos de los albergues donde trabajan voluntarios en el Camino Francés, aunque siempre con las particularidades de la Vía de la Plata. Gran afluencia de caminantes en primavera y otoño y menos en verano e invierno. Orgullo especial en los hospitaleros de Zamora, albergue reconocido como el mejor lugar de acogida de todo el Camino.
Hospitaleros Voluntarios en la Vía de la Plata “otro camino, mismo destino, sin perder el norte”.
Manuel Oliva
Un premio que también nos toca…
El pasado 24 de octubre, en Santiago de Compostela, se entregaron los Premios Camino de Santiago, concedidos por Turismo de Galicia. Con estos galardones, la Xunta de Galicia, reconoce el trabajo en el ámbito jacobeo desarrollado por instituciones públicas, asociaciones, empresas, universidades, colegios e investigadores. En la categoría destinada a reconocer iniciativas o actuaciones promovidas por las asociaciones de Amigos del Camino de Santiago el premio fue para la Federación Española de Amigos del Camino de Santiago “que desde hace más de 25 años promueve encuentros y congresos y coordina un programa permanente de Hospitaleros voluntarios”.
Ya veis… un poco del premio, nos toca.
Ayuda. Una ayuda.

En el albergue de Arrés vamos a cambiar las camas que se sustituirán por unas nuevas de metal. Habrá que desmontar las camas viejas y montar las nuevas camas para que quede todo listo y que los pocos peregrinos de invierno las encuentren en condiciones de ser usadas y que estén en orden de revista y uso cuando lleguen los primeros hospitaleros (y peregrinos) en marzo próximo.
Así que necesitamos dos hospitaleros que ayuden en estas labores en días aún no marcados pero de la semana del día 20 de noviembre. Será cuestión de un día completo lo que lleve el desmontaje y montaje de las nuevas literas.
Quien pueda participar, quien pueda y quiera ayudar que me escriba un mail a anahosvol@caminosantiago.org GRACIAS.
Los hospitaleros italianos reunidos en Valpromaro.
En los días 27, 28 y 29 de octubre, en Valpromaro, se reunieron los hospitaleros italianos para celebrar su asamblea anual. Con respecto al año pasado, se incrementó tanto el número de los asistentes que acudieron al encuentro –de 30 a 65- como el de los albergues atendidos en la Vía Francígena, de 2 a 3: en el norte, Vercelli con 18 plazas; en el centro (Toscana) Valpromaro, albergue chicle con hasta 40 plazas. Desde este año, Acquapendente en el centro (Lacio), con 21 plazas ampliables hasta 32 en verano. Se renovó el compromiso de acoger a los peregrinos sin prejuicios, sin juzgar a nadie y sin pedir nada a cambio. En 2017, en los tres albergues se alternaron 96 hospitaleros, entre ellos algunos procedentes de España, Francia, Suiza y Estados Unidos. La lista total alcanza 425 hospitaleros, aunque cada año la mayoría de los activos procede del mismo año o del anterior. En los tres cursos se formaron 80 nuevos hospitaleros. Con el fin de mantener contacto, todos los hospitaleros, también los que por varias razones no son operativos, seguirán recibiendo información actualizada a través del boletín editado por Accoglienza Pellegrina (Acogida Peregrina). A pesar de las dificultades, no faltan señales positivas como la solicitud de cooperar en otros albergues de donativo. En un espíritu de cooperación y trabajo compartidos, se establecieron las tareas y sus responsables para las principales actividades (cursos, gestión de los turnos, comunicación). Hubo también momentos de recreo: un pequeño camino en las colinas teñidas de los colores otoñales, la participación en el “Palio della Bisaccia”, una marcha veloz con mochila de 6 kilos y la comida compartida en la plaza del pueblo bajo un cálido sol. Y hasta el próximo año. Laura Monastier.

Caminos de Santiago en Europa.
El pasado 23 de octubre se presentó en Santiago de Compostela el mapa de los Caminos de Santiago en Europa dentro de los actos del XXX Aniversario de la Declaración del Camino de Santiago como Primer Itinerario Cultural Europeo. Podéis visitar el vídeo que preparó el Xacobeo en https://vimeo.com/239281137 Es un soberbio trabajo de Jorge Martínez Cava que se distribuirá en el próximo número de “Peregrino” y pronto estará a la venta.
Termina el año para este Boletín de Hospitaleros. En enero estará de nuevo en circulación. Feliz Navidad a todos. Feliz año Nuevo.Daniel Paniagua Díez